champions league 2022/23, ida semifinales 9 de mayo
Vinícius Júnior (36)
Kevin De Bruyne (67)
Real Madrid y Manchester City protagonizaron un partido de ida de semifinales de la Champions League cargado de igualdad, y en el que cada equipo marcó cuando mejor se encontraba su rival. Así lo hizo Vinícius Júnior con un brillante golpeo desde fuera del área pasada la media hora, para sacudirse los blancos de golpe el dominio que había ejercido el City.
La ventaja en el marcador estiró a los de Carlo Ancelotti, con un perfil más agresivo también en el comienzo de la segunda mitad. En medio de ese despliegue blanco, apareció Kevin De Bruyne para firmar el empate con un espectacular disparo. Tras el 1-1 y con la perspectiva del partido de vuelta para definirlo todo, ambos equipos optaron principalmente por no cometer errores, como tampoco dar espacios a su rival. Sobre todo lo hizo el Real Madrid con Erling Haaland, frenado el delantero del City por un pegajoso marcaje de Antonio Rüdiger durante todo el partido.
"El resultado no nos premia, pero esta eliminatoria va a ser igualada hasta el último minuto", señaló Ancelotti sobre el empate. Pep Guardiola, técnico del City, se mostró satisfecho con el resultado: "Fue un partido muy igualado. No ha cambiado la opinión que tenía del Madrid: es un equipo fantástico. Estamos en una eliminatoria que se decidirá en Manchester".
Real Madrid-Manchester City: Las claves tácticas
Real Madrid
4-3-3 en campo propio
Ancelotti organizó al Real Madrid sin balón en un 4-3-3 (abajo), disposición habitual durante toda la temporada 2022/23. No obstante, sí hubo variaciones en las tareas defensivas, ya que, más allá de dificultar la posesión de balón del City, en esta ocasión Luka Modric y Toni Kroos tuvieron un papel muy activo en la presión. Ambos jugadores fueron los encargados de saltar sobre Rodri, en función del sector del campo en el que se encontrara el jugador citizen.
Por otro lado, la profundidad defensiva del Real Madrid estuvo dirigida a evitar los pases en zonas centrales. Para ello, los dos extremos, Vinícius Júnior y Rodrygo, cerraron los pasillos interiores. Dentro del dispositivo defensivo del Real Madrid, cabe destacar el posicionamiento de Dani Carvajal, quien salió mucho por fuera para seguir la marca de Jack Grealish, ya que el jugador del City frecuentemente recibí el balón al pie. De esta manera, Carvajal impidió que el extremo inglés pudiera intervenir con un primer control hacia la portería de Courtois.
Sin embargo, el dispositivo defensivo del Real Madrid fue replegando hacia su propia portería con el paso de los minutos, lo que terminó concediendo espacios interiores al City, ya que Karim Benzema, Rodrygo y Vinícius se quedaron descolgados.
Marca sobre Erling Haaland
La organización defensiva planteada por Ancelotti, además de la mencionada intencionalidad de reducir los espacios interiores al City, fue encaminada también a evitar la intervención de Haaland en los espacios donde el delantero del City es más efectivo. Es decir, entre líneas donde puede girarse y, después, atacar el espacio a la espalda de los dos centrales.
Para evitar esas intervenciones del noruego, Antonio Rüdiger fue el encargado de fijarlo cuando realizaba los desmarques de apoyo, evitando también que se girara (abajo). Asimismo, los compañeros de línea del central local intentaron cerrar el espacio en caso de giro de Haaland, con los tres medios locales muy cerca de él. En las pocas ocasiones que Haaland sí pudo darse vuelta, el Real Madrid frenó la acción ofensiva con una falta táctica, para reorganizarse de nuevo en defensa.
Benzema, en apoyo para activar la contra
El delantero francés fue el encargado de realizar desmarques de apoyo a la espalda de los pivotes del City cuando su equipo estaba en situaciones de repliegue y recuperaba el balón. La intención táctica fue realizar temporizaciones a través de coberturas técnicas —acciones que el jugador del Real Madrid domina—, y a partir de ahí conectar con un medio en cercanía para que fueran Modric o Kroos los encargados de garantizar un pase exterior sobre los extremos o laterales en profundidad (abajo).
De ese modo, el Real Madrid evitó pérdidas innecesarias y a la vez, llegó a campo rival con ventaja ofensiva, ya que Grealish no realizó ayudas a su compañero de sector, Manuel Akanji. Posteriormente, ya en campo rival, Benzema era el encargado de atacar el espacio que habilitaba John Stones al tener que reorganizarse el jugador del City como central.
Camavinga, factor desequilibrante
Camavinga fue utilizado nuevamente como lateral izquierdo en fase defensiva y con plena libertad dentro de su flanco en ataque. Durante todo el encuentro fue el jugador más desequilibrante, generalmente con conducciones que superaron las líneas de presión del City.
El dinamismo que el francés muestra en ataque le hace ser impredecible a la hora de superar situaciones de igualdad o inferioridad numérica, como se vio en la acción previa al gol de Vinícius. Ahí, Camavinga atrajo la marca de Bernardo Silva, como también lo hizo Modric con Rodri (abajo). Esos movimientos habilitaron un espacio que fue atacado posteriormente por el lateral local tras una pared con Modric. Una conexión que fue el origen del gol de Vinícius.
Manchester City
3-4-3 en campo rival
Pep Guardiola formó con un 3-4-3 en ataque, en el que Stones flotó entre la línea defensiva y el mediocampo para generar superioridades numéricas en zona de creación y, a la vez, fijar con tres jugadores a la última línea defensiva del Real Madrid (abajo). Al mismo tiempo, la primera línea formada por Ruben Días, Akanji y Kyle Walker llegó hasta la zona de creación con facilidad y balón controlado. Justo ahí, los tres jugadores tenían como objetivo conectar con Rodri para dar consistencia al ataque, con sus compañeros en la media escalonados para evitar pases horizontales que favorecieran la presión del Real Madrid.
Los escalonamientos del City fueron fiables en la primera mitad del partido para poder enlazar pases y habilitar intervalos en el dispositivo rival. Sin embargo, a nivel general, la posesión visitante no fue todo lo efectiva que Guardiola hubiese querido. Haaland pasó desapercibido con la marca de Rüdiger y los extremos, Grealish y Bernardo Silva, no desequilibraron a la última línea defensiva rival.
Laterales por dentro para salir de presión
Como se esperaba, el City realizó desmarques interiores para salir de la primera presión del Real Madrid. Para ello, Guardiola orientó sus primeras conexiones entre los jugadores más cercanos en su perfil izquierdo. Rodri también se movilizó a esa zona a la espalda de los medios rivales que saltaban a la presión (abajo).
De esa manera tan estudiada, Guardiola impidió que el Real Madrid, en los momentos que optó por adelantar sus líneas, le pudiera arrebatar el dominio de la posesión de balón. Posteriormente, la velocidad ofensiva empleada por el City no fue la adecuada como para generar suficiente peligro sobre la última línea defensiva local.
Las vigilancias ofensivas de Rodri
Para evitar que los jugadores del Real Madrid activaran su peligrosa contra con los extremos, Guardiola era consciente de que las vigilancias ofensivas previas eran vitales sobre los posibles receptores en apoyo. Rodri fue la referencia defensiva en estas situaciones. Interpretó el mediocentro del City a la perfección esta función en campo rival y cerca de la zona activa de pérdida.
En todo momento, el pivote visitante mantuvo su vigilancia sobre los posibles receptores interiores del Real Madrid, como Rodrygo y Vinícius, o sobre el posible espacio donde podía llegar el despeje de un defensa del Real Madrid. La situación que mejor reflejó este trabajo de Rodri fue en el gol del empate del City, donde se anticipó en la zona central, aclarando también el espacio interior con su posterior pase a Grealish (abajo).
Espacios entre pivote y centrales en la segunda mitad
En la segunda mitad, el City sufrió en fase defensiva y en campo propio. El dispositivo sin balón partía desde un 4-4-2. Fue poco a poco facilitando espacios interiores y habilitando líneas de pase exteriores sobre Vinícius, Rodrigo y Marco Asensio, cuando este último entró en el campo en la segunda mitad.
Ese déficit defensivo visitante se debió al cansancio —Guardiola no realizó cambios—, y a que Rodri, en su afán de realizar ayudas sobre Walker y Silva, perdía su lugar de responsabilidad defensiva. Esto habilitaba un corredor amplio para las peligrosas conducciones superiores de los extremos blancos. Esa situación permitió a los jugadores del Real Madrid llegar a zonas frontales con espacio, para llevar peligro a la última línea defensiva del City con un intervalo relevante entre centrales (abajo).
A pesar de eso, los de Guardiola aguantaron en los últimos minutos para cerrarse el partido de ida con empate.
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