Claudio Echeverri
River Plate, 2023-Presente
"El Diablito". Así se conoce a Claudio Echeverri, la última gran perla surgida de la Academia de River Plate. Su talento y juventud (18 años) han despertado gran interés, pero también grandes comparaciones, entre ellas con Lionel Messi y Marco ‘Diablo’ Etcheverry. Precisamente por este último su apodo, dado las similitudes de su apellido, pero también con las del juego de la leyenda boliviana.
Sin duda, palabras mayores sobre un futbolista que parece estar muy cerca del Manchester City. Los Citizens, siempre con su radar puesto sobre el fútbol argentino y, en particular, en la Academia de los ‘Millonarios’ —de ahí llegó Julián Alvárez— están dispuestos a hacer una fuerte apuesta por Echeverri. “Desde el día que llegué a River sabía que es un diamante en bruto que hay que pulir”, ha señalado Martin Demichelis, entrenador de River, sobre ‘El Diablito’. Nuestros entrenadores analizan en este informe al que muchos señalan como el 'Heredero de Messi'.
Verticalidad y recursos técnicos en la conducción
Claudio Echeverri es un jugador muy versátil en su juego ofensivo. Cuenta con grandes recursos y habilidades para lograr superar duelos individuales, así como a las líneas defensivas rivales en su conjunto.
Su sello distintivo es la conducción de balón con el pie derecho en velocidad. Una conducción en la que presenta una alta capacidad para dejar atrás a los rivales que salen en su camino, hasta llegar a la zona de finalización (abajo).
Su trayectoria con balón siempre suele tener como punto de partida la zona de creación, es decir, el mediocampo. Cuenta con una gran cantidad de recursos: fintas, cambios de ritmos y dirección. Precisamente, estos recursos técnicos le permiten sortear a los rivales en el eje central del terreno de juego con gran facilidad.
Es un jugador rápido con balón, vertical y siempre con la intención de encontrar situaciones de mano a mano que le favorezcan a la hora de engañar al primer defensor. Aquí, Echeverri generalmente enseña el balón a su rival con el exterior del pie derecho, para posteriormente superarle con un toque diagonal usando el interior del pie.
Una vez en zona de finalización, después de superar la marca rival, destaca por su golpeo de balón en movimiento. Habitualmente lo hace con el empeine frontal e interior del pie derecho, dándole así más precisión que fuerza a su disparo (abajo).
Inteligencia para superar sus debilidades físicas
Aunque es un futbolista liviano en lo físico, 1,71 metros y 62 kilos, es capaz de dominar las coberturas técnicas cuando se siente rodeado de defensores. De igual modo, también muestra una gran fortaleza cuando intenta girar sobre sí mismo con el balón en los pies para redireccionar el ataque de su equipo.
Para dominar la protección del balón frente a la presión rival, Claudio Echeverri destaca por su inteligencia y habilidad para sobreponerse a su debilidad física. Suele proteger el balón con los movimiento de su cuerpo y bajando su eje de gravedad. Esto obliga al defensor o los defensores rivales a estar muy cerca de él para evitar verse superado, lo que libera el espacio a un compañero o genera faltas peligrosas a favor de su equipo cerca del área rival.
Entre líneas
Claudio Echeverri puede ocupar diferentes posiciones en el frente de ataque. Independientemente de la posición, siempre se ubica entre líneas para buscar posteriormente la profundidad ofensiva. Este es un aspecto que lo convierte en un jugador muy completo tácticamente al manejar muchos registros ofensivos (arriba).
Si lo situamos dentro de los sistemas, en el 4-4-2 de River Plate de Martin Demichelis o la Sub-17 de Argentina, puede jugar como segundo delantero con funciones de enganche o mediapunta cuando el equipo se articula en un rombo en la línea del mediocampo. Bajo el 4-3-3, sus funciones pasan a ser las de mediapunta por delante del doble pivote y por detrás del punta, jugando también entre líneas.
En ocasiones, y como variante táctica, también ha actuado como falso extremo izquierdo. Esto para generar espacios a su lateral en profundidad tras realizar conducciones interiores en diagonal (abajo).
Juego directo
Sumado a su habilidad con balón, Echeverri tiene una visión de juego determinante en el último tercio de campo. Controla siempre su posición para recibir en los espacios libres a la espalda del mediocampo rival. Así genera líneas de pase con los interiores o pivotes. Una vez con balón en el espacio, encara a su oponente directo y busca una acción vertical. Puede generar oportunidades de gol con sus compañeros, buscando el intervalo entre lateral y central para filtrar un pase al espacio sobre el delantero (abajo).
Todas sus acciones ofensivas están orientadas hacia un juego directo que busca aprovechar y ocupar los espacios que el rival ofrece. Bien sea en conducción de balón, como en remates a puerta en la zona de finalización.
Asimismo, sus desmarques de ruptura como mediapunta o como segunda punta son determinantes dentro del área. Esto debido a que aparece por sorpresa y en velocidad sobre el espacio libre (abajo). En esa llegada, es capaz de armar el disparo a puerta de manera instantánea para conseguir el gol, o para buscar una segunda acción de un compañero cercano.
En la zona central del campo rival es donde más daño hace a los equipos rivales. Tiene la capacidad de generar líneas de pase con los centrales de su equipo, cuando los pivotes están marcados. De ese modo, se convierte en un jugador que ayuda a su equipo a evolucionar en ataque, manejando el tempo del ataque, valorando antes qué acción debe realizar para atraer y liberar a un compañero. También para superar líneas defensivas rivales y generar superioridades numéricas que favorezcan a su finalización.
¿Qué necesita evolucionar?
Claudio Echeverri, con una visión de juego como la que posee, podría beneficiarse aún más de las asociaciones con sus compañeros y no optar por la acción individual. Esto es algo que le podría facilitar llegar a la frontal de área con menos desgaste individual y garantías de éxito (abajo). Eso, a su vez, minimizaría las pérdidas de balón en la zona de mediocampo y reforzaría así sus registros. Identificándose como un atacante que construye juego colectivo en zona de creación.
Por otro lado, es un jugador que en ocasiones se desconecta cuando no tiene el balón. Se mantiene demasiado estático y no participa en la generación de espacios libres a sus compañeros.
Si analizamos de su trabajo sin balón, en ocasiones no encuentra la posición correcta para evitar verse superado en la presión con un pase del rival por el carril central. Esto provoca que en muchos momentos llegue tarde a los duelos.
De cara a su posible salto al Manchester City y al alto ritmo de la Premier League, necesitaría reforzar su físico, sobre todo su tren inferior. Esto para llegar al último tercio de los encuentros con la suficiente energía como para ser aún más determinante. De igual modo, debe evolucionar en los duelos ofensivos, coberturas técnicas y acciones defensivas en el uno contra uno.
Si finalmente se lleva a cabo su fichaje con el City, no hay duda de que Pep Guardiola le hará evolucionar en todos los apartados de su juego. Ya lo ha hecho en el Manchester City con Julián Álvarez para convertirlo en uno de los mejores atacantes del mundo o antes con Messi en el Barcelona.
Puedes conocer a más jugadores y su juego en The Coaches' Voice Análisis/Jugadores.