¿Qué es el 8,5?
El 8,5 se define como un centrocampista con una gran capacidad de llegada al área rival para hacer gol. Actualmente se ha convertido en pieza fundamental en los esquemas de los entrenadores, tanto por su habilidad para combinar la creación de juego como por su capacidad para la finalización de jugadas.
El papel del 8,5 puede ser interpretado principalmente por un mediapunta o un interior.
¿Cuál es el origen del término 8,5?
La evolución en los sistemas de juego y de las funciones de los jugadores en el campo ha llevado a la aparición de nuevos términos para señalar los roles de los futbolistas, como es el caso del 8,5.
Podemos decir que el término 8,5 conjuga dos posiciones casi desaparecidas en los sistemas actuales de los entrenadores. Estas son el mediapunta o número 10 —como se conoce en el fútbol inglés— y el box to box, denominación que servía para calificar a los centrocampistas con recorrido de área a área.
¿Cuáles son las funciones del 8,5 en fase de ataque?
El 8,5 es un jugador que necesita libertad de movimientos para poder encontrar los espacios más favorables y recibir el balón en zonas peligrosas. Esto significa que no debe estar atado a una posición fija en el campo, sino que debe tener la capacidad de moverse por diferentes zonas del terreno de juego. Así, la libertad de movimientos es una cualidad esencial para que el 8,5 pueda llegar al gol.
Dentro de las cualidades del 8,5 también está la buena relación con los delanteros. Esto le permite crear jugadas de ataque en conjunto y generar oportunidades de gol. En fase de ataque, el 8,5 destaca por su habilidad para llegar a las zonas de remate sin ser detectado por ningún defensor rival, al estar focalizados los oponentes en defender su portería y el balón. De ese modo, el 8,5 se convierte en una amenaza constante para la defensa rival, ya que puede aprovechar los espacios libres para recibir de manera directa o aprovechar los rechaces para marcar goles o facilitarlos con asistencias.
En zona de finalización, el 8,5 debe tener un buen disparo a puerta, virtud que le facilitará marcar goles desde fuera del área o en situaciones de 1x1, en las que el oponente directo le facilite distancia.
Asimismo, el 8,5 es un jugador con una visión global del campo y capacidad para anticiparse a los movimientos de sus compañeros, rivales y el balón. Esto le permitirá elegir la mejor posición en cada momento y tomar decisiones acertadas en los pases y los movimientos previos, para llegar libre a la zona de remate.
¿Cuáles son las cualidades de un 8,5 en fase defensiva?
En los momentos sin balón, el 8,5 es un jugador que sabe interpretar de manera acertada el juego ofensivo rival, al igual que anticiparse a los pases y movimientos de los oponentes. Esta capacidad —su lectura táctica— le permite interceptar los pases, cortar o temporizar los ataques rivales, con el objetivo principal de recuperar el balón en zonas ventajosas para el equipo en fase defensiva.
El 8,5 debe posicionarse correctamente sin balón en función del desarrollo del juego rival, algo que le permite cerrar espacios, pero también bloquear los pases interiores y dificultar la progresión del equipo contrario.
En la presión, el 8,5 es un jugador con eficaz en la marca individual, acosando la espalda del receptor de balón rival para anticiparse a la acción posterior. Este modo de presionar provoca errores en el oponente, consiguiendo con ello recuperar el balón y generar transiciones rápidas con su equipo.
El 8,5 también es un jugador muy solidario en los momentos sin balón, ya que cubre los espacios que dejan libres sus compañeros cuando se suman al ataque o realizan coberturas. De ese modo, debe estar atento a los movimientos de los rivales y ocupar las zonas desprotegidas del campo.
Todo lo señalado se completa con ayudas defensivas a sus compañeros cuando estos se vean superados por los rivales.
¿Quiénes son buenos ejemplos de 8,5 en el fútbol moderno?
Jugador versátil y talentoso, el jugador del Liverpool puede partir en sus acciones ofensivas desde el sector izquierdo para ir hacia adentro, jugando a pierna cambiada para buscar el disparo al acercarse a la frontal. También puede partir por el carril central para llegar a zona de remate, algo en lo que destaca gracias a su buen disparo.
En sus movimientos, tiene mucha agilidad y velocidad para eludir rivales en el último tramo de campo, acompañado de una alta explosividad para atacar espacios libres que genera el rival. Asimismo, es una amenaza por su velocidad, tanto para atacar la espalda del defensa rival como para ir al espacio en transiciones ofensivas.
Su movilidad es determinante para su juego, ya que traza diagonales interiores verticales buscando superar a la línea medular rival para enfrentares a los jugadores de la última línea defensiva rival. En el Liverpool, Gakpo se relaciona principalmente con los medios Alexis Mac Allister y Harvey Elliott, y en ataque con Luis Díaz y Mo Salah.
El internacional inglés interpreta el papel de 8,5 como enlace principal entre la delantera (Vinícius Júnior y Rodrygo) y el mediocampo, convirtiéndose así en uno de los jugadores más importantes del Real Madrid.
Bellingham reúne las principales cualidades físicas para ejecutar el papel de 8,5, combinando fuerza, velocidad, resistencia y una gran capacidad de salto. Esto le permite dominar el centro del campo, recuperar balones y llegar con potencia al área rival.
En fase de ataque, su influencia comienza en zona de creación, es decir, el mediocampo, a la espalda de los centrocampistas rivales. Allí recibe el balón para, después, girar, pasar y atacar un espacio libre en profundidad por el eje central. En sus acciones conecta con Toni Kroos, Eduardo Camavinga o Aurélien Tchouaméni.
Cuando está en zona de remate, con la posesión del Real Madrid en cualquiera de las dos bandas, Bellingham acostumbra a llegar al área rival desde segunda línea siendo un receptor de centros y pases de Vinícius y Rodrygo. Su capacidad para rematar con precisión lo convierte en una amenaza constante para las defensas rivales.
Fermín López
El del Barcelona es un jugador muy inteligente, con una gran capacidad para leer el juego y anticipar los movimientos de sus rivales y compañeros. Esto le permite tomar decisiones acertadas en los pases, los movimientos y las jugadas.
En sus movimientos en fase de ataque se muestra como un jugador muy dinámico. De una gran contribución en la zona de mediocampo del Barcelona. Incluso aporta soluciones para generar superioridades y mantener la posesión del balón juntándose con Pedri, Frenkie de Jong e Ilkay Gündogan.
En zona de finalización, participa poco, pero de manera decisiva, siempre llegando dentro del área y atacando los intervalos en velocidad. Igualmente, es un jugador muy activo en el rechace después de un tiro a puerta de un compañero para hacer gol.
El jugador del Bayer Leverkusen interpreta el rol de 8,5 desde las posiciones de interior o extremo izquierdo para convertirse en el principal enlace entre el mediocampo y el delantero.
En cualquiera de las dos posiciones señaladas, Wirtz posee un excelente regate y control del balón. Estas son virtudes que le permiten superar a los defensores con facilidad para llegar a zona de remate y realizar tiros desde la frontal del área. Asimismo, su inteligencia táctica le hace posicionarse muy correctamente en el campo. Algo que le permite recibir pases en buenas condiciones y crear ocasiones de gol.
Cuando actúa en la mediapunta, destaca su movilidad entre líneas. Así llega al espacio libre tras alejarse de su marcador para participar en la zona de creación de su equipo. En esta zona se relaciona en corto con Robert Andrich, Granit Xhaka o Exequiel Palacios.
Cuando juega escorado sobre el sector izquierdo, Wirtz es vertical en sus diagonales interiores por el intervalo centra lateral derecho. Una zona donde le gusta recibir tanto al pie como al espacio para después armar el tiro con su pierna derecha.
Otros ejemplos de 8,5:
Florian Neuhaus (Borussia Mönchengladbach)
Neuhaus es un jugador con buen pase, disparo y llegada al área. Destaca por su visión de juego y su capacidad para organizar el juego desde el mediocampo. Como 8,5 es capaz de conducir el balón con facilidad y superar rivales en espacios reducidos.
Nicolò Barella (Inter de Milán)
El centrocampista del Inter posee una gran técnica, pase y visión de juego, convirtiéndose en una pieza fundamental del ataque del Inter. Tiene un pase preciso con ambos pies, tanto corto para relacionarse con Hakan Çalhanoglu o Davide Frattesi. Como 8,5, también puede asociarse en juego más directo con Marko Arnautovic y Marcus Thuram en profundidad.
Sergej Milinkovic (Al-Hilal)
Milinkovic destaca por su despliegue físico y su habilidad para llegar al último pase. En fase de ataque y como 8,5, es capaz de conducir el balón con facilidad y superar rivales en espacios reducidos. Asimismo, cuenta con un pase preciso, tanto corto para enlazar paredes y triangulaciones en último tercio de campo.
¿Cuáles son las ventajas de jugar con un 8,5?
En fase ofensiva, el 8,5 facilita la circulación del balón y la creación de jugadas gracias a su capacidad de movimiento sin balón, los desmarques inteligentes y la visión de juego. Esto permite a su equipo atacar de forma más fluida, impredecible y creativa, generando de ese modo más ocasiones de gol.
El 8,5 jugador actúa como enlace entre el mediocampo y la delantera, para facilitar de ese modo la progresión del balón en zona de finalización. Esto permite al equipo con balón superar las líneas defensivas rivales y generar peligro en zonas más cercanas al área. Su llegada a zonas de remate por sorpresa, desde posiciones indetectables por anticipación, le facilitan disparar desde fuera del área.
En fase defensiva, la capacidad de presión, anticipación y lectura del juego del 8,5 le convierte en un especialista en la recuperación del balón en zonas estratégicas del campo. Esto facilita al equipo sin balón iniciar transiciones rápidas y contraataques peligrosos.
La presencia de un jugador del perfil del 8,5 aporta solidez y equilibrio en la zona del mediocampo. Así dificulta la construcción de juego del rival y protegiendo la defensa propia. Esto permite controlar mejor el ritmo del partido y minimizar las ocasiones de gol en contra.
Además, el 8,5 es un jugador capaz de adaptarse a diferentes roles defensivos según las necesidades del partido. Actuando así como centrocampista defensivo, interior o incluso lateral en situaciones puntuales. Su versatilidad permite al entrenador ajustar la táctica del equipo en función del desarrollo del juego.
¿Cuáles son las desventajas de jugar con un 8,5?
El rol de 8,5 exige una gran demanda física. Esto debido a que requiere constante movimiento, presión, llegadas al área y cobertura defensiva generando al jugador mucho desgaste físico. La efectividad de todas estas funciones depende en gran medida del funcionamiento del sistema de juego de su equipo. También de la comprensión táctica de sus compañeros para entender su movilidad ofensiva y defensiva en espacios libres.
Si el equipo no está bien organizado o el 8,5 no interpreta correctamente sus funciones, este perfil de jugador pierde efectividad y provoca desequilibrios en fase de ataque y defensa de su equipo.
Por otro lado, si los desmarques del 8,5 no están bien sincronizados con los movimientos de sus compañeros, esto puede generar confusión y espacios libres en la defensa que el equipo rival puede aprovechar.
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