enzo maresca
Chelsea, 2024-Presente
‘Fútbol y ajedrez’. Así tituló Enzo Maresca su tesis para ‘doctorarse’ como entrenador en Coverciano (Florencia), sede de la Federación italiana. "Hay muchas similitudes", afirma Maresca al comparar ambas disciplinas. "Lo más importante es el juego posicional y la estrategia. Para un entrenador, es importante tener la mentalidad de un ajedrecista: desarrollar un plan, estudiar el contraataque y elegir la disposición de las piezas".
Su visión táctica ha sido moldeada por sus experiencias como futbolista en diferentes clubes y países. Empezó en las categorías inferiores del AC Milan, jugando como pivote e interior. También allí entabló amistad con compañeros de posiciones más ofensivas, entre ellos un mediapunta, un tal Roberto De Zerbi.
Con 18 años, Maresca se fue al West Bromwich Albion equipo con el que hizo su debut profesional en la Segunda División inglesa. Su paso por la Juventus —donde jugó a las órdenes de Carlo Ancelotti y Marcello Lippi— y el Sevilla le reportó un título de la Serie A, dos Copas de la UEFA y una Copa del Rey. Una temporada en el Olympiacos amplió su conocimiento de otras culturas futbolísticas.
Le siguió una etapa de casi dos años jugando a las órdenes de Manuel Pellegrini en el Málaga, durante la cual el chileno le dijo a Maresca que tenía potencial para convertirse en un buen entrenador. Un camino que arrancó en la Serie B con el Ascoli y después en el Sevilla, para unirse en el verano de 2018 al cuerpo técnico de Pellegrini en el West Ham.
Para entonces, Maresca ya se había ganado una reputación como entrenador en ascendencia y con un excelente conocimiento del juego de posición. Quizás no fue una sorpresa cuando, en 2020, Pep Guardiola lo reclutó para hacerse cargo del equipo del Manchester City Sub-23. Maresca conquistó con el City su primer título de la Premier League 2, con un conjunto en el que figuraban Roméo Lavia, Cole Palmer y Tommy Doyle.
Su primer cargo como entrenador principal llegó en 2021, en el Parma de la Serie B, pero esa etapa duro sólo 14 partidos. Guardiola no dudó en llevarlo de vuelta al City, esta vez como asistente del primer equipo para la campaña en la que el club inglés ganó el triplete (2022/23). Su siguiente paso fue firmar en junio de 2023 por el Leicester como primer entrenador. Allí batalló férreamente hasta devolver a los "Foxes" a la Premier League.
Acto seguido, llegó al Chelsea para reemplazar a Mauricio Pochettino.
A continuación, nuestros entrenadores analizan la táctica y sistemas de juego de Maresca.
Salida desde atrás
Maresca da mucha importancia a construir el juego desde atrás, con pases cortos entre los miembros de la línea defensiva para superar una presión alta del rival. En esta estrategia, el portero desempeña un papel importante, uniéndose a menudo a los jugadores de la línea de fondo para facilitar la salida (abajo). El portero permite generar superioridades numéricas en momentos en los que el equipo lo necesita. Normalmente pasa cuando el oponente aplica una presión individual sobre los jugadores de la zaga.
Si hablamos de sistemas, Maresca ha optado a menudo por una defensa de cuatro ya sea bajo el 4-2-3-1 o el 4-3-3. El hecho de que el portero se incorpore a la salida de balón permite al entrenador italiano empujar a uno de sus laterales hacia dentro y mantener una defensa de cuatro. En el 4-3-3 del Leicester, un lateral invertido ayuda a formar un doble pivote (arriba), posicionado por dentro para recibir el balón de los defensas. La participación del portero y el lateral invertido también fueron tácticas habitales de Maresca en su etapa en el Manchester City Sub-23.
El Leicester siempre cuenta con un hombre libre en la salida de balón, también aunque el rival presione al portero. Una situación que solo puede ser contrarrestada a menos de que el oponente lleve muy arriba su línea defensiva. Esto provoca que la línea de tres en ataque del Leceister se quede emparejada en duelos individuales. Con pases al primer toque y la generación de inteligentes ángulos para combinar con el doble pivote, el Leicester puede encontrar un jugador libre para que se de vuelta sin oposición y pueda hacer progresar el juego.
Maresca también mantuvo la intención de construir el juego desde atrás en el Parma. Aunque el equipo italiano promedió menos posesión de balón que lo mostrado en el Leicester. El Parma contaba con un lateral que se cerraba por dentro del lado opuesto a la dirección del juego, después de haber movido de lado a lado a la presión rival. Al mismo tiempo, el otro lateral avanzaba hacia arriba para sumarse al ataque, o apoyaba por detrás de la línea de pase del interior y del extremo.
En Leicester, en cambio, el lateral toma posiciones en el mediocampo mucho antes de que el balón sea jugado más adelanta de la primera línea del rival.
Amenazas de los interiores
En el Leicester, el lateral invertido que forma un doble pivote habilita a los interiores tomar posiciones más avanzadas. De este modo, los interiores tienen mayor libertad para atacar los pasillos interiores por dentro de los extremos. Esto también proporciona un apoyo adicional en torno al delantero centro. En los primeros partidos del Leicester, bajo la batuta de Maresca, se pudo ver la eficacia de los interiores al actuar en los pasillos centrales. Un patrón de juego que también se observó por parte del técnico en su paso por el Parma y el City Sub-23.
Si nos detenemos en el Parma, los laterales se cerraban por dentro en la construcción del ataque, mientras los interiores se adelantaban a la primera línea para dibujar un 2-3-5 en fase ofensiva (abajo). En el Leicester, con un lateral tomando posiciones avanzadas mucho antes que en el Parma, la formación en ataque se convierte en un 3-2-4-1. Independientemente del dibujo, se exigen carreras agresivas a la espalda de los interiores. Cada vez que el lateral contrario salta para presionar a los extremos, los interiores pueden atacar ese espacio (abajo). Algo especialmente útil si el delantero centro fija al siguiente defensa más cercano al balón.
Todo lo señalado ha llevado al Leicester a ser un equipo que domina la posesión y encierra al rival en bloque medio o bajo durante largos periodos. Las carreras por dentro de los interiores pueden penetrar sobre la defensa rival, restando responsabilidad al delantero centro de atacar los espacios más avanzados.
En el caso de que los centrocampistas rivales sigan esas carreras y anulen a los interiores, la unidad del centro del campo con los laterales invertidos puede dominar la posesión del balón. Al mismo tiempo, los extremos pueden atacar por dentro. Esto, toda vez que los interiores hayan despejado los espacios y se hayan sumado a la ventaja numérica en la zona central para ofrecer una amenaza de gol.
Defender el contraataque
En el Leicester, como en el Parma, la primera línea de presión está formada por cinco jugadores (los tres atacantes y dos interiores). No obstante, la disposición de Maresca en ataque en el Parma difería en la estructura de los jugadores por detrás de la línea de pase, en comparación con lo mostrado en el Leicester.
Debido al intercambio de posiciones en el equipo inglés, la fase ofensiva suele componerse por tres jugadores en la línea de fondo, con un doble pivote de carácter ofensivo. Esto lleva a una estructura de 3-2 por detrás de la línea de pase. La mayor parte de la protección, para bloquear los posibles contraataques rivales, se establece en espacios centrales.
Ese trío en la defensa cuenta con centrales preparados para dar un paso adelante y gestionar los contraataques rivales por las bandas. Aquí, el doble pivote protege al central a su espalda. Esto mientras los centrales exteriores deben temporizar los contraataques para permitir el repliegue defensivo de sus compañeros.
En el Parma, la cobertura en transición defensiva contaba con dos jugadores en la línea de fondo y tres por delante. Es decir, 2-3 en el dibujo. La segunda línea solía estar formada por los dos laterales y el único pivote del 4-3-3. Por tanto, el Parma de Maresca ejercía una presión más instantánea y agresiva. Se batía en duelos individuales, en comparación con el doble pivote del Leicester. El jugador adicional más cercano al balón reducía la necesidad de presionar atrás, especialmente de los interiores.
Obviamente, eso conllevaba cierto riesgo defensivo si la segunda línea no ganaba el balón o no replegaba lo suficiente para permitir a los compañeros de ataque recuperar sus posiciones. En ese caso, a una línea de dos atrás le resultaba muy difícil cubrir espacios en las bandas (abajo).
Bloquear al rival en un lado del campo
A nivel general, Maresca quiere que sus equipos presionen y recuperen rápidamente el balón. Todo ello con el objetivo de dominar la posesión y limitar los ataques rivales.
El Leicester ha formado bajo un 4-4-2 en su pressing, como lo hizo también Maresca en el Manchester City Sub-23. Esto requiere que uno de los interiores salte a la presión hacia delante junto al delantero. Mientras tanto, el ‘9’ intenta forzar la salida del rival hacia un lado del campo.
Si el equipo consigue su objetivo de llevar el juego del rival hacia un lado, el interior que salta está listo para presionar cualquier intento de pase hacia atrás para girar el sentido del juego. El extremo opuesto también realiza el balance defensivo a zonas centrales, permitiendo que los dos centrocampistas se desplacen, con el extremo más cercano empujando alto para presionar. A ese mecanismo, como se observa en el Leicester, se une el lateral del otro lado. Este también debe apoyar en el balance defensivo para encerrar al rival en un lado del campo.
Cuando presionar arriba no es una opción, el Leicester repliega en bloque medio manteniendo la formación 4-4-2. Aquí, uno de los interiores permanece en la primera línea, con los otros dos centrocampistas ligeramente escalonados (abajo). Uno de ellos retrocede para cubrir el espacio entre líneas, apoyando a los defensas centrales. Su hueco en el centro del campo pasa a ser ocupado por el interior más alto, que presiona hacia atrás, o un extremo en movimientos interiores.
Si el rival logra cambiar el juego de una banda a la otra, el Leicester ejecuta el balance defensivo con los mismos movimientos señalados en el centro del campo.
En el Parma, Maresca animó a sus jugadores a forzar el juego del rival en una sola dirección, aunque bajo la estructura en 4-3-3. Toda la línea de ataque solía saltar a la presión sobre la zaga rival. El centrocampista central, en su posición natural, debía bloquear cualquier pase por dentro. Los laterales apoyaban agresivamente en las bandas mucho antes que sus equipos del Manchester City y el Leicester. Como resultado, el Parma puso mucho énfasis en recuperar la posesión por fuera mediante carreras de alta intensidad de los jugadores de banda.
Si los equipos rivales superaban a los laterales, el 4-3-3 se convertía rápidamente en un bloque 4-1-4-1. Allí los centrocampistas estaban enfocados en proteger el espacio central. Los laterales del Parma saltaban para presionar, y los extremos debían replegar y doblar la posición con el lateral para apoyar en defensa. La presión agresiva en zonas amplias también se producía cuando el Parma jugaba sobre un bloque fijo.
Maresca, sin embargo, no tuvo mucho tiempo para poner en práctica sus ideas en el Parma. Cuatro victorias y cinco empates en 14 partidos decretaron su salida del estadio Ennio Tardini. En el Leicester tuvo más tiempo para consolidar su planteamiento, y con él dar el salto a la Premier League. Aunque su debut no será precisamente con este equipo, sino con el Chelsea.
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