champions league, 27 de noviembre 2024
Mac Allister (52)
Gakpo (76)
El Liverpool demostró ante el vigente campeón de la competición porque es el equipo más en forma de la Champions League. Cinco partidos y cinco victorias es el balance de los Arne Slot que marchan líderes hasta el momento, acariciando así la clasificación para los octavos de final. Escenario completamente distinto para el Real Madrid, 24º clasificado, es decir, en la última posición que da acceso a jugar la ronda preliminar del mes de enero a doble partido, después de tres derrotas y solo dos victorias.
Slot apostó por seguir el mismo plan que mantiene el Liverpool desde el comienzo de temporada: equipo intenso en la presión y vertical en las transiciones. Ese plan fue con el que maniató a un Real Madrid cargado de bajas, pero que tampoco tuvo respuesta ante los Reds. Los de Carlo Ancelotti se sostuvieron en la primera mitad gracias a las intervenciones de Thibaut Courtois, pero no lo lograron en el segundo tiempo, con una salida fulgurante de los de Anfield que llevó al gol de Alexis Mac Allister en el minuto 52.
Desde entonces, el partido entró en una dinámica diferente, con un Real Madrid más estirado con los cambios, pero con la misma versión gris de Kylian Mbappé. El francés incluso erró un penalti que hubiera supuesto el 1-1. Mo Salah, poco después, también falló desde los once metros para los locales. Fue Cody Gakpo, quien salió en la segunda parte, el jugador que cerró la victoria para los anfitriones con un remate de cabeza dentro del área pequeña.
Análisis de los entrenadores
"Creo que controlamos la primera mitad generando algunas oportunidades”, dijo Arne Slot, quien también explicó el desarrollo del táctico en el transcurso del partido. “Estuvimos un poco descuidados, por lo que perdimos el balón en situaciones muy fáciles o lo forzamos demasiado. Les dije (a los jugadores): 'Traten de ser aún más pacientes, dejen que se abran los espacios en lugar de forzarlos'. Creo que tuvimos un dominio total, ni siquiera cruzaron ellos el mediocampo en los primeros siete minutos después del descanso".
Por su parte, y a pesar de la derrota, Carlo Ancelotti se mostró positivo con la actuación del Real Madrid y, por otro lado, reconoció el buen papel de su rival: "El equipo me ha gustado porque hemos competido bien contra el rival más complicado en Europa. El resultado es correcto, por intensidad y por dinámica han merecido ganar y nosotros hemos competido".
62264582381017971118352223101565219Amenazas en zonas interiores
Con su estructura 4-3-3, el Liverpool tenía a los dos interiores —Mac Allister y Curtis Jones— posicionados muy altos, con el objetivo de recibir en los espacios entre los laterales y los centrales del Real Madrid. Cuando los laterales del Liverpool o Ryan Gravenberch avanzaban con el balón, atraían la marca de uno de los centrocampistas del Real Madrid, posicionados los blancos sobre un 4-4-2. Esto creaba espacios más grandes entre líneas para que el trío atacante del Liverpool combinara en el centro, en dirección a los centrales visitantes (abajo).
Las combinaciones de los locales en zonas interiores continuaron durante toda la primera parte, en la que Thibaut Courtois se vio obligado a realizar múltiples paradas. Luis Díaz se movió por el centro desde la banda izquierda, apoyándose en sus movimientos con Mac Allister o Jones. De este modo, Darwin Núñez siempre tenía cerca a dos compañeros, con los que combinar y crear juego. El movimiento de Luis Díaz a zonas interiores también permitió a Andy Robertson avanzar desde el lateral izquierdo, mientras que el lateral derecho Conor Bradley se mostró mucho más conservador en la primera parte, probablemente temeroso del potencial de Mbappé al contragolpe (abajo).
Por el contrario, el Real Madrid tuvo pocas amenazas en zonas interiores. Desde su dibujo defensivo 4-4-2, Mbappé se por fuera en la izquierda, apoyado por las carreras del lateral izquierdo, Ferland Mendy. Jude Bellingham, por su parte, se situaba a la izquierda del centro del campo en fase defensiva, pero con balón llegaba a zonas interiores para crear un trivote en el centro del campo, por delante de Luka Modric y Eduardo Camavinga (abajo). Brahim Díaz y Arda Güler, mientras, actuaron en el pasillo interior derecho. A pesar de todos estos movimientos, los centrales del Liverpool a menudo no tenían a nadie a quien marcar o seguir, traducido esto en la incapacidad del Real Madrid para generar peligro.
En la segunda parte, Bradley realizó carreras hacia adelante para sumarse al ataque del Liverpool, manteniéndose estrecho, pero finalizando sus carreras muy arriba. En una de esas internadas, Courtois detuvo magníficamente un cabezazo del joven lateral en el minuto 51, con el Liverpool comenzando la segunda parte volcado al ataque.
Las carreras hacia adelante de Bradley y su nuevo posicionamiento fueron clave para crear más ocasiones, arrastrando a Bellingham a jugar cerca de su área, generando de ese modo más espacio alrededor o entre el doble pivote del Real Madrid Madrid (abajo). Mac Allister se encargó de adelantar merecidamente al Liverpool, tras otra magnífica combinación por dentro con Bradley.
La respuesta de Ancelotti
Solo cinco minutos después de que el Liverpool se adelantara en el minuto 52, Ancelotti hizo dos sustituciones, dando entrada a Lucas Vázquez por Arda Güler, y a Dani Ceballos por el lesionado Camavinga. Los cambios dieron más orden al Real Madrid en su ataque, mejorando sobre todo las combinaciones en zonas interiores.
Vázquez se movió arriba desde el lateral derecho, con Brahim abierto ancho en la izquierda, con el apoyo de Mendy desde el lateral izquierdo. Ceballos, Modric y Federico Valverde volvieron al centro del campo, mientras que Bellingham ocupó e intercambió posiciones en zonas interiores. Esto proporcionó a los de Ancelotti una mejor vía para superar el entramado defensivo del Liverpool. Fruto de todo eso llegó el penalti a favor de los Blancos, que, sin embargo, fue errado por Mbappé.
Los cambios de Ancelotti ayudaron al Madrid a tener más el balón, mientras situaba a más jugadores en posiciones más altas y efectivas. En el lado opuesto, sin embargo, el equipo blanco se debilitó ante los contraataques de un Liverpool, siempre siendo los locales una amenaza a través de transiciones desde el 4-1-4-1. Jones dio energía desde el centro del campo, uniéndose al trío delantero formado por Gakpo (que entró en el minuto 68 por Núñez), Luis Díaz como ‘9’ y Salah en la banda derecha (abajo).
Desde entonces, el equipo de Arne Slot se centró en atacar los espacios la espalda de los laterales altos del Real Madrid, como ocurrió en el penalti a los 69 minutos, cuando Salah fue derribado por Mendy. Un penalti que, como sucedió previamente con Mbappé, fue errado por el internacional egipcio. Sin inmutarse a pesar del fallo, el Liverpool amplió su ventaja con un cabezazo de Gakpo tras un centro de Robertson, en un saque de esquina.
El Real Madrid había sido la némesis del Liverpool durante la etapa de Jürgen Klopp en el cargo, derrotando a los Reds en dos finales de la Liga de Campeones y eliminándolos en otras dos ocasiones. De hecho, el Madrid no había perdido contra el Liverpool en sus ocho enfrentamientos anteriores a lo largo de una década.
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