Anális táctico: Liverpool 1 Manchester United 2

El Manchester United ganó en Anfield por primera vez desde 2016 gracias a un cabezazo de Harry Maguire en el minuto 84. El defensa central remató con precisión un brillante centro de Bruno Fernandes para asegurar los tres puntos y condenar al vigente campeón de la Premier League a su cuarta derrota consecutiva en todas las competiciones.

El partido también comenzó de forma inmejorable para los visitantes, cuando Bryan Mbeumo abrió el marcador a los dos minutos. El Liverpool reaccionó y aumentó la presión a medida que avanzaba la segunda mitad, en la que Arne Slot introdujo varios cambios ofensivos. Cody Gakpo empató el encuentro al aprovechar un centro de Federico Chiesa, pero el United logró la victoria en los minutos finales.

Análisis de los entrenadores

“Vinieron a jugar con un bloque bajo, lanzando muchos balones largos… lo último que esperas es ir perdiendo 1-0”, dijo Slot. “Si me hubieras dicho que íbamos a ir 1-0 abajo contra un United que jugaba de esa manera, y que aun así crearíamos ocho, nueve o diez ocasiones claras, te habría dicho que eso no era posible. Pero fue posible. Lo segundo que salió mal es que, de todas las oportunidades que tuvimos, solo marcamos un gol.”

“En el fútbol, a veces la suerte es muy importante”, afirmó Rúben Amorim. “Tuvimos partidos en los que jugamos bien y encajamos un gol; hoy (por el partido ante el Liverpool) empezamos marcando. Creo que Gakpo disparó dos veces al poste. A veces solo se necesitan ciertos momentos para cambiar la narrativa de un partido… Luchamos por cada balón, perdimos la compostura en la segunda parte, pero el espíritu estuvo ahí, y eso es lo más importante”, añadió el técnico del United.

Los interiores del Liverpool, entre líneas

El centrocampista del Liverpool Alexis Mac Allister adelantó su posición en los momentos ofensivos de su equipo, que partía desde un 4-2-3-1. En sus movimientos, el internacional argentino se unía a Dominik Szoboszlai y Alexander Isak entre líneas. El sueco se descolgó con frecuencia hacia fuera para encarar en duelos individuales al central izquierdo del United, Luke Shaw. Gakpo y Mohamed Salah, mientras tanto, mantenían la amplitud, de modo que el Liverpool contaba con cinco jugadores situados frente a la línea defensiva del Manchester United. Sin embargo, solo los laterales del Liverpool intentaron amenazar la espalda de la defensa rival (como Conor Bradley, abajo), aunque sus compañeros no pudieron encontrarle.

En vista de que los laterales del Liverpool subían, los dos mediocampistas de banda del Manchester United empezaron a moverse con precaución y estrechar la marca. Al mismo tiempo, los mediocampistas en la zona central, Casemiro y Bruno Fernandes, priorizaron la protección de su área para impedir que el Liverpool conectara con sus tres atacantes. Esto obligó a la línea de ataque del Liverpool a tener que descolgarse y arrancar desde más atrás para entrar en juego, como cuando Isak tuvo el empate en sus botas tras un pase en profundidad de Konaté (abajo).

Los envíos por alto sobre la estructura defensiva del United también ofrecieron al Liverpool una vía para atacar la espalda de la defensa. Fruto de esta dinámica, Gakpo estrelló un balón en el palo en la primera parte. El neerlandés se toparía con el palo dos veces durante el partido. 

El perfil derecho del ataque del United

Los visitantes se adelantaron muy pronto cuando Amad Diallo encontró a Mbeumo con un pase filtrado que aprovechó el internacional camerunés, e intentaron seguir atacando por la derecha durante toda la primera mitad. Como explicó Slot en rueda de prensa, el United jugó de manera relativamente directa y, aunque rara vez ganaba el primer contacto, su mediocampo y defensa aseguraban la recuperación en las segundas jugadas.

Desde ahí, los jugadores de Amorim buscaron el lado derecho de su ataque lo más rápida y frecuentemente posible. El lateral ofensivo Diallo se situaba un poco más retrasado para recibir, con la intención de atraer al lateral izquierdo del Liverpool, Milos Kerkez. Esto obligaba a Virgil van Dijk e Ibrahima Konaté a cubrir más terreno del deseado, mientras Mbeumo y Matheus Cunha realizaban movimientos inteligentes por los pasillos interiores (abajo).

La falta de cobertura, sumada a las distancias inadecuadas y a la desorganización defensiva en la zona central, fue un problema para el Liverpool durante toda la primera mitad, especialmente cuando Kerkez saltaba a presionar por su banda. El United, en ocasiones, atacaba sin un delantero centro definido, con Cunha desplazándose para apoyar a Mbeumo, combinando y generando superioridades sobre el lateral húngaro.

El Manchester United explotó los espacios en los pasillos interiores durante el primer tiempo, generando buenas oportunidades gracias a los pases en profundidad de Fernandes desde el centro del campo (abajo). El equipo de Mánchester no pudo ampliar su ventaja antes del descanso, pero sí evidenció la vulnerabilidad del Liverpool en defensa.

Segunda mitad: todo o nada

El Liverpool no supo efectuar avances ofensivos de peligro en los primeros 15 minutos de la segunda mitad. Y Slot realizó un triple cambio: Curtis Jones, Florian Wirtz y Hugo Ekitiké ingresaron al minuto 62 por Conor Bradley, Ryan Gravenberch y Mac Allister. Así, los locales pasaban a jugar con un 4-2-4, con Jones y Wirtz formando una pareja poco habitual en el doble pivote.

Cuando la línea delantera, carente de amplitud, iba hacia delante, los laterales del Liverpool también se incorporaban al ataque, a veces con apoyo de los dos mediocampistas. Los locales sumaban entonces muchos efectivos en campo rival (abajo), en ocasiones superando en número a la defensa de cinco del United.

A pesar de crear oportunidades y golpear el poste por tercera vez, el Liverpool no pudo empatar. Además, al enviar a tantos jugadores al ataque, el partido entró en una fase de transiciones constantes, lo que ofreció al United oportunidades para explotar el desequilibrio del rival.

Con Casemiro y Diallo amonestados, Amorim decidió introducir a Patrick Dorgu como lateral izquierdo ofensivo y a Benjamin Sesko como delantero centro. Diogo Dalot atacaba como lateral derecho, pero con más cautela, lo que permitía a Mbeumo quedar más abierto y encarar en uno contra uno a Kerkez. Cunha, más retrasado, se asociaba bien con Fernandes y pululaba entre líneas para apoyar a Sesko y las subidas de Dorgu por la izquierda (abajo). 

Finalmente, el Manchester United se replegó en un bloque bajo. Parte de su mediocampo terminó siguiendo a sus pares hasta zonas muy retrasadas, congestionando los espacios en el tercio defensivo. El Liverpool respondió abriendo a Wirtz hacia una banda, lo que permitió que Szoboszlai —quien actuaba como lateral derecho tras el cambio de sistema— pudiera incorporarse por dentro.

Salah, Chiesa (que entró por Isak) y Ekitiké intentaron jugar en los espacios centrales cuando fue posible, aunque les resultó complicado debido a la superioridad numérica del United en defensa. Kerkez ofreció apoyos cerca de Gakpo, buscando generar un 2 contra 1 contra Dalot cuando la situación lo permitía, y Jones también empezó a incorporarse al ataque desde el centro del campo (abajo). Finalmente, el Liverpool empató gracias a Gakpo, tras una buena combinación dentro del área entre Ekitiké, Wirtz y Chiesa.

El escenario estaba preparado para que el Liverpool buscara el gol de la victoria, pero un cabezazo de Maguire llegado en la segunda fase de una acción de estrategia dio los tres puntos al United. Fue el quinto gol que el Liverpool encajaba a balón parado esta temporada en solo ocho partidos de Premier League.

Gakpo debió haber devuelto la igualdad al marcador, pero falló un cabezazo a puerta vacía tras un centro de Jeremie Frimpong. Este último se mostró muy peligroso tras ingresar por un Salah fuera de ritmo. El egipcio acumula siete partidos consecutivos de Premier League sin marcar un gol que no sea de penalti, algo inédito en su carrera en el Liverpool.

Así, la victoria envía al Manchester United a la mitad superior de la tabla, apenas dos puntos por detrás del Liverpool, que ahora se encuentra a cuatro del líder, el Arsenal.

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