champions league 2022/23, vuelta semifinales 17 de mayo
Bernardo Silva (23, 73)
Militão (76, propia puerta)
Álvarez (90+1)
El Manchester City es finalista de la Champions League después de exhibir su mejor versión ante el Real Madrid en la vuelta de las semifinales. No hubo oportunidad para el vigente campeón, abrumado por el contundente dominio citizen. Las estadísticas en los primeros veinte minutos llegaron a reflejar solo 13 pases completados por el Real Madrid, por los más de 120 del City, traducido esto en un aplastante control de la posesión local que llevó a los blancos a vivir dentro de su área, donde cualquier espacio podía ser definitivo.
Así ocurrió en el 1-0, con Bernardo Silva cortando por dentro para finalizar con un gran golpeo con pierna izquierda. Sin capacidad para hilvanar jugadas, el Real Madrid solo encontró una ocasión de gol en la primera mitad con un tiro al larguero de Toni Kroos. Antes del descanso, el City se construyó otro nuevo espacio por dentro, de nuevo con Silva como goleador, esta vez para finalizar la incursión previa de Ilkay Gündogan. Éder Militão en propia puerta, en una acción a balón parado, y Julián Álvarez aumentaron una distancia en el marcador que reflejó lo que se vio sobre el césped.
"En la ida decidí poner un interior más atrás y en este partido hemos decidido ponerlo más adelante y eso nos ha dado más fluidez. Hemos estado muy bien después", analizó Guardiola como clave del planteamiento del City, que se cita en la final con el Inter de Milán. "El rival ha jugado mejor que nosotros y ha merecido ganar. Tomaron ventaja en la primera parte porque les salió bien la presión. Nosotros intentamos volver en la segunda parte, pero no ha salido", señaló Carlo Ancelotti, resignado ante el gran partido de su rival.
Manchester City-Real Madrid: Las claves tácticas
Manchester City
El 3-2-4-1
Pep Guardiola dispuso al Manchester City sobre un 3-2-4-1 con balón, con un dominio absoluto en la primera media hora. John Stones operó en el centro del campo, junto a Rodri, lo que permitió a Kevin De Bruyne e Ilkay Gündogan presionar más arriba gracias a sus posiciones iniciales más adelantadas, también estando los dos centrocampistas locales más cerca a Erling Haaland (abajo).
Jack Grealish y Bernardo Silva mantuvieron la amplitud, listos para atacar por fuera a la defensa del Real Madrid, y no tanto por dentro como ocurrió en la ida. Mientras, la línea de tres atrás del Manchester City fue muy agresiva en su posicionamiento con balón, ayudando a encerrar al Real Madrid en su propio campo durante periodos sorprendentemente prolongados con el balón.
Sociedades en banda
El City utilizó su pareja de extremos eficazmente en una arrolladora primera mitad. Tanto Grealish como Silva se sintieron cómodos manteniendo su amplitud, pero también en los momentos que recortaron hacia dentro desde sus respectivos lados para conectar con los interiores de esa zona: Gündogan en la izquierda y De Bruyne en la derecha. Por otro lado, Gündogan y De Bruyne también fueron capaces de desdoblarse por banda en algunos momentos.
Esa superioridad del City por fuera hizo que los laterales del Real Madrid, Dani Carvajal y Eduardo Camavinga, se vieran constantemente expuestos a un 2 contra 1 (abajo), lo que acabó obligando a los extremos del equipo blanco situados por delante a retroceder en apoyo de sus compañeros. Movimientos, sin embargo, que no tuvieron el impacto deseado, ya que De Bruyne pudo habilitar a Silva a la espalda de la zaga del Real Madrid para el merecido primer gol del City.
Una mejor presión del Real Madrid
El Real Madrid, necesitado marcar, presionó mucho más alto en la segunda mitad, con el Manchester City obligado a construir bajo una presión significativamente mayor en su propio campo. La posición de Stones en el centro del campo, hizo que Ederson tuviera un papel más activo para apoyar la salida, especialmente sin una conexión consistente entre Kyle Walker y Rúben Dias.
A medida que el City salía desde atrás —especialmente de izquierda a derecha, ya que Karim Benzema bloqueaba el juego de esa manera—, los de Guardiola no siempre progresaron limpiamente hacia el centro del campo. Stones y Rodri se encontraron fuertemente marcados por los interiores del Madrid (abajo), dejando a Walker para recibir a menudo bloqueado contra la línea de banda y forzando un pase directo hacia los atacantes más adelantados del Manchester City.
Cambio a ataques en transición
La mejor versión del Real Madrid en el segundo tiempo también hizo que el City se viera obligado a defender más atrás y a utilizar un bloque 4-4-2 en su propio campo. De Bruyne y Haaland eran los dos jugadores más avanzados, listos para contragolpear desde este bloque más bajo (abajo). Sin embargo, los locales carecieron de una conexión consistente para amenazar a su rival, incluso cuando el Real Madrid presionaba alto permitiendo más espacio para atacar al contragolpe.
La defensa más retrasada del City durante más tiempo en la segunda mitad también significó que Haaland y De Bruyne carecieran de apoyo en ataque, ya que los de Guardiola fueron incapaces de recuperar el control total que sí tuvieron durante el primer tiempo. A pesar de ello, el Real Madrid no ofreció suficiente peligro, algo que sí hizo el City. Thibaut Courtois impidió de nuevo que Haaland anotara antes de que un postrero gol de Álvarez en una rápida transición sellase el 4-0 definitivo.
Real Madrid
Sin salida contra la presión alta del City
Carlo Ancelotti basó la estructura del Real Madrid sobre un 4-3-3, con un centro del campo formado por Luka Modric, Toni Kroos y Fede Valverde. Sin embargo, el equipo español fue dominado en todas las áreas durante los primeros 30 minutos del partido. Kevin De Bruyne y Erling Haaland presionaron a los dos centrales visitantes, Éder Militão y David Alaba, al tiempo que protegían y tapaban el acceso a Kroos como único pivote.
Por delante, Valverde y Modric fueron agresivamente marcados por el resto del centro del campo del City (abajo), mientras que los extremos locales saltaron agresivamente también a la presión sobre los laterales del Real Madrid. Tampoco tuvo éxito la opción del Real Madrid de jugar directo para superar la presión local, con Vinícius Júnior, Karim Benzema y Rodrygo incapaces de asegurar el balón en la parte alta del campo y completamente controlados por la defensa del City.
Prioridad para jugar en la banda izquierda
Una vez que el Real Madrid logró sacudirse parcialmente la presión del City y se estableció con la posesión del balón, se centró en su lado izquierdo y buscó sobrecargar los espacios alrededor de John Stones. El objetivo era sacar al jugador del City de la línea de fondo y mantenerlo en las zonas del centro del campo (abajo). Esto permitiría más espacio para que Vinícius se moviera hacia dentro y atacara a Kyle Walker en el uno contra uno.
Pero incluso con Modric, Kroos y Rodrygo todos desplazándose hacia la izquierda de Madrid, con Dani Carvajal proporcionando la amplitud en la derecha, el Real Madrid no generó peligro. Walker lidió magníficamente con Vinícius. Así, el remate de Kroos al larguero fue el único intento notable de los blancos en una primera parte angustiante para el conjunto visitante.
Más posesión
En el segundo período, el Real Madrid tuvo más control de la posesión. Esto basado en una estructura similar a la que utilizó el City en la primera parte (3-2-4-1). Así, Kroos se posicionó entre los dos centrales para formar una línea de tres en la salida (abajo), con los laterales proporcionando amplitud y un doble pivote de Modric y Valverde en el centro del campo.
Arriba, los tres delanteros intercambiaron sus posiciones en los espacios centrales, conectando entre líneas por primera vez en el partido. Unido a su presión más agresiva, el Real Madrid disfrutó de su mejor periodo del partido y limitó al City a contragolpes aislados.
Cambios de última hora
Ancelotti hizo numerosas sustituciones de ataque en un intento de forzar un gol en los últimos minutos que le diera vida en la eliminatoria. Antonio Rüdiger ocupó el centro de la defensa, David Alaba pasó al ataque desde el lateral izquierdo y Lucas Vázquez se incorporó a la banda derecha. Aurélien Tchouaméni y Dani Ceballos, dos sustitutos más, formaron en el doble pivote. Valverde y Marco Asensio quedaron como interiores apoyando a Benzema y Vinícius (abajo). Esto hizo del Real Madrid un equipo más ofensivo y más fluido que a veces parecía más un 4-2-4 que otra cosa.
Sin embargo, y aunque ese 4-2-4 permitió a los de Ancelotti encontrar su unidad delantera mucho más que en la primera mitad, habilitó espacios para las transiciones de City después de recuperación. Por ejemplo, en el 4-0 de Álvarez. Los vigentes campeones, a pesar de sus cambios en el dibujo y jugadores, tampoco pudieron encontrar respuesta ante un rival que fue netamente superior.
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