champions league 2022/23, final 10 de junio 2023
Rodri (68)
El Manchester City consiguió su primera Champions League ante el Inter de Milán, y con ella también el primer triplete de su historia después de ganar además la Premier League y la FA Cup. La final fue todo lo contrario de lo que se esperaba. Y es que no hubo dominio del City ni tampoco marcó Erling Haaland el gol decisivo. Simone Inzaghi había avisado en la previa del partido que su equipo tenía un plan para frenar al delantero noruego. Pero no solo fue sobre él, sino también sobre todo el equipo de Pep Guardiola que fue maniatado el primer tiempo.
El guion siguió igual en una segunda parte, en el que el City no pudo generar suficiente peligro, menos aun sin Kevin De Bruyne, lesionado antes del descanso. Fue Bernardo Silva quien halló una fisura en la defensa del Inter en el minuto 68, para que su llegada al área por banda derecha encontrara como destino a Rodri. El mediocentro español definió con claridad y calma para hacer gol en el minuto 68. El resto del partido fue un ejercicio de supervivencia del City para defender su ventaja, con Ederson como gran protagonista con una parada clave ante Romelu Lukaku.
"Este torneo es una moneda al aire, pero estuvimos allí, y creo que esto estaba escrito en las estrellas: nos pertenece", señaló emocionado Pep Guardiola, quien alcanzó su segundo triplete como entrenador. El primero lo consiguió con el Barcelona en la temporada 2008/09. Solo Guardiola alcanza el hito de ser el único entrenador en ganar el triplete en dos ocasiones. Inzaghi, por su parte, destacó el trabajo del Inter: "Los jugadores tienen que estar orgullosos. Hemos hecho un partido serio y organizado. Hay muchos lamentos ahora, pero así es el fútbol, es nuestra quinta final en 20 meses y tenemos que estar orgullosos".
Manchester City-Inter: Las claves tácticas
Manchester City
Rombo en el centro del campo
En la segunda final de la Champions League del Manchester City en tres temporadas, Pep Guardiola dispuso a su equipo en un 3-4-3 con un rombo en el centro del campo. Rodri actuó como pivote único, con John Stones en la derecha, para desplazarse al lateral de ese lado cuando defendía. Ilkay Gündogan partió con mediapunta en la punta del rombo, con Kevin De Bruyne inicialmente en una posición más abierta por la izquierda.
El internacional belga fue seguido de cerca por Matteo Darmian, que jugó como central derecho de la zaga del Inter. Darmian saltó con agresividad para marcar y seguir los movimientos de De Bruyne (abajo), lo que permitió a Nicolò Barella presionar a Nathan Aké en una línea de tres jugadores del Inter, que ejerció una presión inicial significativa sobre la zaga del City en su salida de balón.
De Bruyne, a la posición mediapunta
Ante los problemas para progresar, Guardiola movió al equipo, y De Bruyne pasó pronto a la posición de mediapunta. Una posición que le permitía recibir más arriba y en posiciones más peligrosas, a la vez que generaba un mejor enlace con Erling Haaland. Gündogan, por su parte, pasó a jugar al lado izquierdo en los momentos con balón, y con Darmian todavía saltando para presionar a De Bruyne, el interior alemán tuvo el espacio perfecto para asistir a Haaland con balones orientados a su pierna izquierda (abajo).
La mejor ocasión del City en la primera parte llegó de esa forma, aunque André Onana salvó el disparo del delantero noruego del City. Sin embargo, De Bruyne se vio obligado a abandonar el terreno de juego por una lesión en la pierna poco después, justo cuando el plan de juego del City, adaptado al orden defensivo del Inter, empezaba a funcionar.
Encontrar el pasillo interior contrario
Stones se las arregló para encontrar zonas clave en la recepción de balón en su nuevo papel interior. Sin embargo, no fue realmente hasta la segunda mitad cuando el jugador del City pudo progresar hasta llegar al último tercio de campo. Barella y Darmian siguieron saltando para presionar sobre el perfil izquierdo del ataque del City, con Hakan Çalhanoglu y Marcelo Brozovic cubriendo entonces a Rodri y a Phil Foden, quien entró por De Bruyne.
Aunque esa disposición dejó a Haaland en desventaja ante la zaga del Inter, Stones se mantuvo libre para recibir (abajo) y conducir hacia adelante con más peligro que en la primera mitad. Stones desempeñó su papel a la perfección, proporcionando al City una plataforma clave para el ataque.
La amenaza por dentro de Foden
Con las señaladas conducciones hacia delante de Stones y el pasillo interior derecho del City como su mejor vía de ataque, el Inter cambió su enfoque defensivo para pasar a la marca individual. Darmian mantuvo la presión sobre Gündogan, mientras que Stones pasó a ser marcado con más consistencia por el mediocampo del Inter. Ante eso, Manuel Akanji se adelantó por la derecha de la zaga citizen para mantener el enlace con el interior derecho, como se vio en el origen del que a la postre fue el gol de la victoria.
Como resultado de esos cambios, Foden encontró mucho más espacio en el centro para acercarse al mediocampo y recibir como la mayor amenaza ofensiva del City. Foden fue capaz de sacar de la línea defensiva a Dimarco, quien pasó a jugar en la zaga del Inter en el segundo tiempo (abajo). El jugador del City firmó una brillante acción con un giro y una carrera antes de ver cómo Onana detenía su disparo. Al final, el City no necesitó un segundo gol para alzarse con su primera Champions League.
Inter de Milán
Atraer la presión del City
Simone Inzaghi, quien no había perdido una final como entrenador del Inter, dispuso a su equipo en su habitual dibujo 3-5-2, con Lautaro Martínez junto a Edin Dzeko en la punta de ataque. El equipo italiano intentaba construir desde atrás, con el objetivo de atraer la línea más adelantada del City. En la salida, Marcelo Brozovic ejercía como único pivote en el medio, apoyado por el mediocentro más cercano al balón.
De ese modo, los centrocampistas del City también se vieron arrastrados hacia delante, lo que generó espacios considerables a sus espaldas, (abajo) a los que el Inter podía apuntar para dirigir balones a sus dos delanteros. El carrilero derecho, Denzel Dumfries, también se desplazaba muy arriba en la salida, ganando de ese modo el Inter una presencia aérea adicional para competir tanto por el primer balón como por la segunda jugando. Algo que se tradujo en que el Inter pudo asegurar su juego más arriba.
Ataques por la derecha
Barella y Dumfries intercambiaron sus posiciones con acierto por el pasillo interior derecho del Inter, buscando llevar peligro cuando el equipo realizaba cambios de orientación desde la izquierda y a través del centro del campo. Brozovic y Çalhanoglu formaban un doble pivote en esas situaciones, y el carrilero izquierdo Federico Dimarco sólo presionaba hacia adelante realmente en transición ofensiva.
Por el contrario, Barella y Dumfries realizaban repetidas incursiones ofensivas cuando rompían desde segunda línea (abajo), buscando llevar peligro alrededor de Nathan Aké y obligando a Jack Grealish a tener que retroceder más a menudo de lo que está acostumbrado.
Encontrar a los delanteros
Romelu Lukaku sustituyó a Dzeko cerca de la hora de partido. El delantero belga proporcionó un objetivo con más movilidad para que el Inter jugara hacia él, ya que fijó a los centrales del City y se desplazaba en toda línea de ataque, permitiendo a Martínez recibir en mejores posiciones entre líneas. Los dos mediocentros, Barella y Çalhanoglu, se adelantaron entonces para formar un cuadrado ofensivo en la zona central (abajo), ya con el Inter en desventaja en el marcador y teniendo que buscar el gol del empate.
Los carrileros Dimarco y Dumfries también fueron más ofensivos, pero desde posiciones de arranque más retrasadas, en un intento de atraer a los defensas más abiertos del City. La presencia de Lukaku tuvo sin duda su impacto, ya que el Inter generó grandes ocasiones en los últimos compases del partido.
La habilidad de Onana con el balón
Mientras el Inter se lanzaba al ataque en busca del empate, el guardameta André Onana se incorporaba a menudo a la línea de fondo ofreciendo una opción de pase adicional. Además de enviar balones hacia delante, la habilidad de Onana para romper varias líneas y jugar al pie (abajo) proporcionó al Inter una buena plataforma desde la que obligar al Manchester City a defender con más profundidad en los instantes finales del partido.
Robin Gosens se incorporó como carrilero izquierdo muy ofensivo, con Henrikh Mkhitaryan junto a Barella como segundo mediocentro. Con el Inter presionando hasta el final, Gosens cabeceó hacia el área en dirección a Lukaku, pero Ederson se interpuso en el intento del delantero belga y el Inter no pudo encontrar el valioso empate.
Puedes ver los análisis tácticos de los partidos más importantes en The Coaches' Voice Análisis/Partidos.