premier league, 13 de agosto 2023
Disasi (37)
Díaz (18)
Chelsea y Liverpool abrieron sus temporadas 2023/24 con un partido tácticamente interesante en Stamford Bridge, finalmente sellado con empate 1-1. Fue la primera gran oportunidad para medir el impacto de Mauricio Pochettino en el Chelsea, con el entrenador argentino incluyendo en el once titular a los recién fichados Robert Sánchez, en la portería, Axel Disasi en el lateral derecho y Nicolas Jackson en la delantera.
Por parte de los visitantes, Jürgen Klopp tenía que resolver un rompecabezas en el centro del campo tras las salidas de Fabinho y Jordan Henderson, y la ausencia por lesión de otras opciones en el centro del campo, como Thiago Alcântara y Stefan Bajcetic. Jugadores ambos que pueden tener actuar como pivote en el mediocampo. El entrenador del Liverpool optó por alinear al recién fichado Alexis Mac Allister como improvisado pivote, con el también recién llegado Dominik Szoboszlai y Cody Gakpo —normalmente un delantero— como mediocentros.
Desarrollo del partido
Un gol de Luis Díaz en el minuto 18, tras un excelente pase de Mo Salah, fue la recompensa a un brillante comienzo del equipo visitante. Salah parecía haber doblado la ventaja en el minuto 29, pero el VAR anuló el tanto por fuera de juego del egipcio. Poco después, el Chelsea reaccionó con Disasi empatando con un gol anotado en al área pequeña y, en el minuto 39, el VAR le anuló al equipo local un gol a Ben Chilwell por fuera de juego.
El Chelsea tuvo el control del juego durante gran parte de la segunda parte, mientras que ambos equipos dispusieron de ocasiones que no pudieron aprovechar. "Nos sentimos complacidos, pero al mismo tiempo decepcionados porque queríamos ganar y merecimos ganar", dijo Pochettino. "Pero es sólo el principio".
Klopp se mostró contento con el inicio de partido de su equipo, pero consideró que "le abrieron la puerta" al Chelsea. Admitió que su equipo pasó apuros en algunos momentos, con "muchos espacios que cubrir, huecos que cerrar y ese fue realmente nuestro problema en el partido. Intentamos cerrar los espacios [en la segunda parte] descolgándonos en lugar de apretar".
A continuación, nuestros entrenadores señalan tres claves tácticas claves del partido.
Batalla del mediocampo sin centrocampistas defensivos
Pochettino recalcó después del partido que su equipo había comenzado con una defensa de cuatro, aunque durante gran parte del primer tiempo el dibujo del Chelsea se asemejó más a un 3-4-3 que a la estructura mencionada por el técnico argentino. Dentro de esa formación, Conor Gallagher sorpresivamente jugó casi como un único pivote por delante de los tres centrales (abajo), con Enzo Fernández algo más adelantado en el centro del campo.
Situado justo a la espalda del tridente de ataque del Liverpool, Gallagher trató de conectar con los fluidos movimientos centrales por delante de él, incluyendo los de Fernández, que protagonizó varias carreras hacia arriba en el arranque. Este movimiento del argentino habilitó más espacio para que Gallagher recibiera entre líneas y puso a prueba la conexión defensiva entre el único pivote del Liverpool, Mac Allister, y su zaga. Gracias a las incursiones de Fernández hacia adelante en las zonas centrales, Raheem Sterling pudo descolgarse con más frecuencia sobre la banda derecha que Carney Chukwuemeka por la izquierda, siendo el internacional inglés protagonista de una mayor amenaza en el ataque del Chelsea.
El Liverpool se conformó con que los locales se hicieran con el control de la posesión, lo que supuso que Gallagher recibiera el balón con frecuencia desde la línea defensiva. El Liverpool presionó con agresividad cuando llegaba el momento oportuno. La recepción del balón por parte del pivote del Chelsea fue un detonante de presión clave para los visitantes durante toda la primera parte.
Esto fue especialmente evidente en los primeros 25 minutos, cuando la amenaza del Liverpool en las transiciones alcanzó su punto culminante. Diogo Jota, delantero centro del Liverpool, presionó más atrás (abajo), y al menos uno de los centrocampistas centrales visitantes también saltó a la marca. Aunque esto dio al equipo de Klopp algunas recuperaciones por arriba, el posicionamiento más alto de Fernández y en los pasillos interiores de Sterling y Chukwuemeka ayudaron a los locales a evitar esta agresiva presión.
La posición más retrasada de Fernández a medida que transcurrió el partido también ayudó a combatir la presión sobre Gallagher, con los mediocampistas del Chelsea formando un doble pivote a la misma altura (abajo). Esto ayudó a Sterling a acceder más temprano al pasillo interior derecho, lo que ocasionó serios problemas a Virgil van Dijk al final de la primera parte. Cada vez que Jackson se desplazaba bien por el centro desde su posición de ataque, Andy Robertson, el lateral izquierdo del Liverpool, no podía saltar hacia el carrilero Reece James, lo que ayudaba al Chelsea a progresar alrededor de la línea defensiva del Liverpool en numerosas ocasiones.
Ni Gakpo, que jugaba como interior izquierdo del Liverpool, ni Mac Allister pudieron hacer coberturas lo suficientemente bien con el fin de rastrear los movimientos de Sterling para recibir el balón. Por la izquierda, Chilwell y Chukwuemeka, estaban listos para aprovechar el creciente espacio entre Ibrahima Konaté y Trent Alexander-Arnold.
Utilizar la amenaza de Salah
El Liverpool operó con su habitual formación 4-3-3 y tuvo éxito al principio en las transiciones, con Jota y Gakpo alternándose en los espacios centrales cuando era necesario, y Díaz manteniendo la amplitud por la izquierda.
Pero fue Salah quien causó más problemas, sobre todo porque el trío de zagueros del Chelsea era incapaz de cubrir la amplitud del campo con la suficiente rapidez cuando el Liverpool movía el balón con velocidad.
Incluso cuando uno de los carrileros anfitriones estaba dentro de la línea defensiva, el Liverpool se las arreglaba para mantener aislado a Salah con la intención de generar el mano a mano contra Levi Colwill en espacios significativos en la banda derecha de los visitantes. El primer gol del partido (abajo) fue un gran ejemplo de la capacidad del Liverpool para mover el balón rápidamente hacia arriba, en dirección de Salah.
Mientras el Liverpool buscaba a Salah e intentaba alejar a Colwill del resto de la zaga, surgían movimientos de apoyo para los visitantes. Alexander-Arnold empezó a moverse hacia dentro, con Szoboszlai ensanchándose para dar apoyo por detrás del balón (abajo). Estos dos movimientos hicieron muy difícil que un jugador adicional del Chelsea doblara la marca sobre Salah. Aquello permitió al Liverpool progresar por el campo a gran velocidad, dando a Colwill unos primeros 30 minutos especialmente difíciles.
Con los constantes intercambios de posición por la derecha del Liverpool y el repliegue de la línea defensiva de cinco del Chelsea a un bloque más bajo, los movimientos de Salah buscaban explotar los espacios a la espalda de Colwill. Los movimientos penetrantes de Salah, aunados a la calidad de Alexander-Arnold desde una posición más central (abajo), llevaron al Liverpool a anotar un segundo gol que fue anulado por fuera de juego. Fue un momento clave en el partido, ya que el Chelsea logró el gol del empate instantes más tarde.
Los carrileros del Chelsea
La estrategia sin balón del Liverpool en la segunda parte cambió notablemente. El conjunto visitante se asentó en un bloque medio, antes de replegarse bien metido en su propio campo. Ya rara vez intentaron recuperar el balón arriba o saltar a marcar a Gallagher, lo que limitó su producción ofensiva, especialmente en el caso de Salah, quien mostró su enfado al ser sustituido en el minuto 77.
A medida que el Liverpool se replegaba, los carrileros del Chelsea resultaron claves para que el equipo londinense dominara el balón. Repetidos cambios de juego a lo largo del campo funcionaron para explotar las zonas amplias. Cuando Van Dijk tuvo la tentación de saltar a la presión hacia Sterling, el Chelsea simplemente hizo un cambio de juego al lado opuesto hacia Chilwell, quien obligó a Alisson a realizar una de varias paradas cruciales que hizo en el partidos (abajo).
A partir de ese momento, la zaga del Liverpool se mantuvo estrecha, pero permitió a los carrileros del Chelsea mantenerse altos y conectar con sus compañeros de ataque. Sin embargo, la salida de James por lesión después de 76 minutos —Chillwell también fue sustituido en el descuento—, hizo disminuir la amenazas del Chelsea por banda. Entonces, ninguno de los dos equipos fue capaz de crear un momento decisivo para sumar los tres puntos.
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