champions league 2022/23, ida octavos de final, 14 de febrero 2023
Coman (53)
La Champions League volvió a escena después de un larga pausa en una jornada que incluyó el esperado duelo entre PSG y Bayern Múnich, dos de los grandes favoritos, que en los últimos años han tejido una enorme rivalidad en la máxima competición europea. Después de la primera parte de este nuevo capítulo, el Bayern toma ventaja en la eliminatoria con el gol de Kingsley Coman en París.
Los de Julian Nagelsmann dominaron casi todo el partido, ante un PSG romo en ataque sin la presencia de Kylian Mbappé en el once inicial. Neymar y Lionel Messi apenas generaron peligro sobre la defensa del Bayern. Eso cambió con la entrada de Mbappé en la recta final, quien llegó a hacer gol, pero fue anulado por fuera de juego. No lograron encontrar los locales la igualada —suman por primera vez en los últimos doce años tres derrotas seguidas en todas las competiciones— en esos últimos minutos de más coraje que de fútbol, a pesar de que Messi tuvo una clara ocasión para marcar.
"Hemos tenido una hora de partido difícil ante un equipo que nos ha privado del balón. El aporte de Kylian es vital y otros también se han animado", analizó Christophe Galtier, técnico del PSG. Mientras, Nagelsmann, entrenador del Bayern, valoró positivamente el partido: "Estoy contento con el resultado, contento de los 25 primeros minutos y del inicio del segundo tiempo. Pero tenemos que mejorar cosas".
Las claves tácticas
PSG:
4-4-2 replegado
Galtier organizó al PSG en un 4-4-2 en bloque medio, aunque durante el transcurso del encuentro el dispositivo defensivo fue replegando hasta ubicarse en campo propio para, en muchos momentos, formar sobre un bloque bajo (abajo). La profundidad defensiva local estaba dirigida a evitar los pases interiores entre pivotes y mediapunta o punta del Bayern, con lo que concedía espacios exteriores por donde el equipo alemán podía progresar en fase de creación.
La actitud de temporización en fase defensiva y zona de creación rival fue el factor por el cual el dispositivo del PSG fue concediendo metros al Bayern y, a la vez, situaciones de ataque en profundidad para Cancelo y Coman. Estos dos jugadores fueron determinantes para generar espacios en la última línea defensiva rival, zonas por donde el equipo de Nagelsmann llegó a conseguir remates dentro del área.
Espacios centrales-laterales
Tras la pérdida del balón por parte de los jugadores de ataque del PSG, su última línea defensiva se vio desajustada en su proceso de repliegue hacia portería propia. Este desarregló se manifestó con más relevancia en la segunda mitad tras los cambios realizados por Galtier y el posicionamiento de Marquinhos como lateral derecho. El brasileño no consiguió ajustar en los primeros minutos su ubicación en la fase previa a la pérdida del balón, algo que concedió un espacio destacado en el proceso de repliegue local (abajo).
Por otro lado, la profundidad ofensiva de Nuno Mendes no fue equilibrada de manera correcta por Fabián Ruiz en el desdoblamiento defensivo. Debido a ello, los atacantes del Bayern incidieron por esos espacios para hacer llegar el balón sobre los carriles exteriores y proporcionar centros laterales posteriores sobre el área de meta rival.
Imprecisiones tras recuperar el balón
Durante la primera mitad, el PSG evitó pérdidas de balón innecesarias en campo propio tras la recuperación. Por ello, principalmente optaron por un pase de seguridad hacia uno de los medios, con lo que se aseguraban una mínima posesión y, a la vez, lograban temporizaciones ofensivas posteriores. Sin embargo, su juego apenas tuvo profundidad.
Ya en la segunda mitad y con el resultado en contra, las precipitaciones y una mala toma de decisión a la hora de activar la contra, perjudicaron notablemente al PSG en su intento de poner en apuros a la última línea defensiva rival. Sergio Ramos, en su ímpetu ofensivo, adelantó su posición para aprovechar el espacio a la espada de la primera línea de presión del Bayern. Sin embargo, el central no decidió bien en esas acciones, en ocasiones precipitándose en el posterior pase. Esto hizo que Ramos, en la continuación de la acción, no pudiera aprovechar el espacio que le generaba Messi en su desmarque de apoyo (abajo).
Mbappé, atacar el espacio
Con la entrada de Mbappé en la segunda mitad, el PSG sí aprovechó los espacios libres que generaba el Bayern a la espalda de Upamecano cuando Messi realizaba coberturas ofensivas sobre la zona de creación. Al mismo tiempo, Neymar atraía al central bávaro, con Mbappé como extremo derecho.
La entrada de Mbappé también liberó a Messi de la posición de punta, y le permitió al argentino generar superioridades numéricas en el mediocampo, facilitando así a Fabián y a Danilo Pereira líneas de pases seguras que atrajeron al dispositivo defensivo rival. Justo ahí, Mbappé se ubicaba en su posición natural ofensiva y atacaba el espacio para llegar a zona de remate en ventaja sobre su marcador (abajo).
Bayern Múnich:
5-4-1 con superioridad interior
Nagelsmann orquestó un sistema táctico ofensivo 3-4-3 que le facilitó a su equipo las superioridades numéricas en zona de creación (abajo). Una formación también con la que el Bayern también fijó con tres jugadores a la última línea defensiva rival, aumentado su posesión del balón y, a la vez, la sorpresa exterior con los carrileros Cancelo y Coman en profundidad.
La primera línea ofensiva visitante, formada por De Ligt, Upamecano y Pavard, pudo llegar hasta la zona de creación con facilidad y balón controlado. Justo ahí, ya tenían por delante el cuadrado táctico en el mediocampo con Kimmich, Goretzka, Musiala y Sané. Una estructura que facilitó al Bayern generar líneas de pase seguras a los centrales y posteriormente relacionarse entre ellos para atraer al dispositivo defensivo rival. Esa sociedad en el mediocampo también habilitó los espacios exteriores a los carrileros, y así poder llegar a zona de finalización con un equilibrio táctico ofensivo seguro.
Presión alta y orientada
En el inicio de juego del PSG, el Bayern fragmentaba su dispositivo defensivo, organizándolo en 2-3 y 3-2 (abajo). Su primera línea buscaba orientar la primera conexión rival sobre Sergio Ramos en su sector izquierdo, conscientes de que el central español no encontraba línea de pase exterior con el lateral.
Cuando Ramos recibía y no encontraba a Nuno Mendes —cerrado por Cancelo—, conectaba con Pereira en apoyo con su pierna izquierda en un pase interior que facilitaba la presión rival. En ese momento, Sané, Musiala y Coman basculaban sobre la zona activa y acosaban al central, como también a los posibles receptores cercanos para forzar así a golpeos directos imprecisos en el inicio de juego del local.
Jugadores exteriores decisivos en zona de finalización
El sistema de Nagelsmann estuvo principalmente enfocado para que los carrileros-extremos fueran los jugadores con más presencia ofensiva en fase de ataque y zona de finalización rival. Para ello, el Bayern debía controlar el juego interior y buscar continuas basculaciones del dispositivo defensivo rival, para que en algún momento se desajustara y aprovechar los espacios libres de remate.
Después de una secuencia de pases previa, también con cambios de orientación, el Bayern optaba por atacar la zona activa entre Choupo-Moting y Davies. Una acción que tenía el objetivo de atraer rivales, hasta cuatro en algunos momentos, y generar una superioridad numérica en el lado débil del PSG. Espacios libres que aprovechó Coman para marcar el primer y único gol del encuentro (abajo).
Espacios entre pivotes y centrales
En la segunda mitad, y ya con el partido roto por las continuas transiciones ofensivas que realizaron ambos equipos, el dispositivo defensivo del Bayern se desajustó sorprendentemente donde más organizados suelen ser. Es decir, tras la pérdida del balón.
Los de Nagelsmann tuvieron problemas para ocupar las zonas de remate del PSG y fijar a los posibles receptores potenciales que llegaban de segunda línea. A esos problemas se sumó la nueva posición de Messi en el segundo tiempo, que jugó descolgado en mediocampo tras la entrada de Mbappé. Eso hizo que el argentino gozara de más libertad de movimientos. Todo esto, por otro lado, sorprendió a los pivotes visitantes, quienes no valoraron correctamente sus respectivas marcas, habilitando así un receptor potencial tras los desmarques de ruptura de Mbappé (abajo).
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