Xabi Alonso
Real Madrid, 2025-Presente
Xabi Alonso ha iniciado su andadura como entrenador del Real Madrid con varias interrogantes por delante, sobre todo cuál será su sistema de juego principal, cómo atacará y cuál será el estilo de presión. Cuestiones que empezarán a resolverse pronto, ya que Alonso afronta el reto de dirigir al equipo blanco en el próximo Mundial de Clubes de la FIFA, casi sin entrenamientos con toda la plantilla a su disposición, pero sí con refuerzos de calado en la línea defensiva: Dean Huijsen y Trent Alexander-Arnold. Es decir, un lateral derecho y un central para alimentar la línea defensiva, muy adelgazada la pasada temporada por las lesiones.
Por delante de la defensa, el técnico blanco buscará ordenar a los activos más ofensivos del equipo, sin perder el equilibrio en la zona medular, algo de lo que ha adolecido el Real Madrid en la temporada 2024/25. “Los entrenadores dependemos de los jugadores y creo que los jugadores son de mucho nivel. El reto es hacer un equipo, sacar el potencial de estos jugadores y que todos vayamos a una. Si todos vamos a una, tendremos una fuerza muy potente”, señaló Xabi Alonso en su presentación como entrenador del Real Madrid, también con la palabra “flexibilidad” muy presente a la hora de hablar de sistemas y estructuras de juego.
A continuación, y antes de su debut en el Mundial de Clubes, nuestros entrenadores expertos buscan responder a las cuestiones principales que se plantean sobre el Real Madrid de Xabi Alonso.
Sistema de juego: ¿4-3-3 o 3-5-2?
Una de las primeras incógnitas que tendrá que resolver Xabi Alonso en el Real Madrid será determinar con qué sistema de base jugará. Bien es cierto que el nuevo técnico blanco optó por la línea de tres centrales en su estancia en el Bayer Leverkusen y también en momentos puntuales en el filial de la Real Sociedad, como ya analizamos en su perfil táctico. Pero en el filial vasco el sistema que más utilizó fue el 4-3-3, habitual del Real Madrid de Carlo Ancelotti.
Los primeros fichajes en llegar al Real Madrid han sido dos defensas, Huijsen y Alexander-Arnold, lo cual incide en que la retaguardia es la línea donde más esfuerzos tenía que hacer el club para elevar el nivel. Las características de estos jugadores hacen pensar que dentro de la variabilidad con la que Xabi Alonso puede utilizar un sistema u otro, la línea de tres centrales puede ser habitual si quiere tener un control de la posesión estructurado desde la salida de balón.
Dean Huijsen ya ha demostrado, pese a su juventud, su gran capacidad técnica, de conducción y de filtrar balones. Desde el costado izquierdo, aunque es diestro, es un futbolista con grandes cualidades para superar líneas de presión. Esas condiciones, unidas a las de Antonio Rüdiger, Raúl Asencio o Éder Militão —cuando el brasileño esté recuperado— dotan al Real Madrid de una línea de tres centrales de garantías donde las posibilidades para crear superioridades desde el inicio adquieren gran importancia.

Si el Real Madrid opta por un sistema de juego parecido al que Xabi Alonso utilizaba en el Leverkusen, el 3-4-2-1, la distribución de los jugadores de ataque quedaría determinada por la posición de Jude Bellingham. Es decir, si el inglés se convierte en el mediapunta por detrás de los dos delanteros, irremediablemente Rodrygo perdería la importancia que tuvo en el equipo en las últimas temporadas con Ancelotti a los mandos. Sin embargo, si Bellingham parte desde una posición más retrasada y se convierte en un “centrocampista”, como el propio Xabi Alonso se refirió a él en su presentación como nuevo técnico del Real Madrid, la estructura variará.
De ese modo, Xabi Alonso ordenará a sus nuevos jugadores en fase ofensiva a partir del rol de Bellingham. Además, la altura en el centro del campo determinará el resto de las posiciones. Esta variante puede verse alterada en función del rival o del momento de juego del Real Madrid, por lo que el juego interior del equipo de Xabi Alonso irá evolucionando no solo en ubicaciones de jugadores, sino en automatismos. Con Bellingham acompañando a Fede Valverde en un hipotético centro del campo del Real Madrid, Vinícius y Rodrygo o Arda Güler podrían partir desde la banda para incrustarse dentro y formar un cuadrado en zona interior, dándole a Kylian Mbappé libertad en todo el frente de ataque.
El sistema de cuatro defensas ha sido también utilizado por Xabi Alonso y se adapta más a la filosofía de juego del club blanco por ser un equipo ofensivo y que utiliza muchos jugadores de vocación de ataque. Así, no sería nada extraño ver cómo el sistema 4-2-3-1 que utilizó la temporada pasada Ancelotti es replicado por el nuevo técnico. Por supuesto, con matices diferentes en la ubicación y movimiento de los jugadores tanto en fase ofensiva como defensiva, pero sí con el mismo origen.
Si Xabi Alonso se decide a apostar por una estructura con dos centrales y dos laterales, a buen seguro que uno de los laterales tenderá a tener un juego más interior para ubicarse por dentro como un centrocampista más —en el rol de lateral invertido—. De todos los laterales con los que ahora mismo cuenta el Real Madrid en su plantilla, Alexander-Arnold es el que más habilidades técnicas y tácticas tiene para interpretar y descifrar el rol de lateral invertido.
En el centro del campo, con un sistema de cuatro defensas, se presupone que tendría mucha más presencia un mediocentro posicional como Aurélien Tchouaméni. El francés abarcaría el centro del campo con la intención de realizar coberturas en fase de transiciones, incrustarse entre centrales o en el intervalo entre central y lateral para ser uno más en la salida de balón y ser ganador de duelos. Así, el equipo estaría equilibrado tácticamente, sin perder el balance defensivo en ningún momento.

Momento con balón: cómo atacará
La gran capacidad ofensiva de los jugadores del Real Madrid es un arma de primer nivel. Pero, como ocurre en todos los flujos del juego, Xabi Alonso querrá darle unas pautas a la manera de atacar del conjunto blanco.
Independientemente del sistema que utilice, al menos cinco o incluso seis de sus futbolistas estarán por delante del balón en la zona de iniciación para fijar y ser posibles receptores. En la base se situarán 3+1 o 3+2, dependiendo del rival en cuanto a pressing o de las dificultades para salir jugando desde atrás. Si resultase más difícil encontrar la manera de progresar con el balón controlado con línea de tres en la zona de inicio, serían dos los jugadores que desde la base servirían de apoyo para poder realizar un ataque controlado con balón.
Los dos jugadores muy abiertos en banda dan la posibilidad de, primero, tener al equipo rival lo más ancho posible y, segundo, ser una alternativa al pase siempre. Ya sea para mover al equipo rival de lado a lado y provocar espacios por dentro o bien para simplemente acumular pases y, sin progresar, poder atraer al rival para que ese espacio creado sea a la espalda de sus defensas.

A partir de ahí, el siguiente objetivo será ocupar los cuadrados que se van creando en el ancho de líneas del equipo rival. Todavía es pronto para aventurar qué jugadores se pueden ubicar en ese tipo de espacios. Sin embargo, la actual plantilla del Real Madrid tiene a jugadores como Bellingham, Güler o Rodrygo como especialistas para recibir en espacios reducidos, girar y ser verticales mediante conducciones o pases. En alguna ocasión, el propio Mbappé o Vinícius podrán caer a esos espacios. Pero esto será más para dar continuidad a una jugada o en un intercambio de posición eventual que como un mecanismo ofensivo progresivo.
Las llegadas por fuera serán la otra fuente de recursos en ataque que tendrá el nuevo Real Madrid de Xabi Alonso. Llevando así el balón rápido a los vértices del área del equipo rival para ser verticales con centros al área, con paredes para buscar la continuidad en las jugadas o en acciones de regate. Todos esos recursos, con la calidad técnica de los jugadores de los que dispone Alonso en esas posiciones, permitirán ver cómo Vinícius recibe para encarar o Alexander-Arnold realiza un centro desde la derecha.
Para que todo ese engranaje llegue a darse con mayor rapidez, el Real Madrid deberá acumular muchos jugadores cerca del área y tener la verticalidad como un fin constante.

Momento sin balón: estilo de presión
Dónde y cómo presionará el Real Madrid es otra de las incógnitas que debe resolver Xabi Alonso. A priori, intentará realizar un pressing alto en el que el Real Madrid defienda con muchos jugadores en campo contrario. Es la esencia de Xabi Alonso como entrenador y lo que en muchas ocasiones realizaba en el Bayer Leverkusen con Patrik Schick y Florian Wirtz. Esta pareja era la primera línea en realizar la presión, con los carrileros muy altos —Alejandro Grimaldo en la izquierda y Jeremie Frimpong en la derecha—, llegando casi a saltar a los laterales del equipo rival, mientras que por dentro emparejaban el 3x3 restante.
Pero no siempre el Leverkusen elegía ir arriba a presionar. En ocasiones, como ha explicado el propio Xabi Alonso, el equipo era más práctico y eficiente dejando al equipo rival iniciar sin ejercer ese tipo de presión alta y comenzando la defensa en la zona del centro del campo. De esta manera, había menos espacio entre la línea defensiva y el portero, además de que el espacio en el centro del campo se reducía. Pese a no ser un equipo muy dado al contragolpear, el Bayer Leverkusen priorizaba estar juntos para defender, antes que robar cerca del área contraria.

Es muy posible que esa segunda opción de presión sea la que veamos en el Real Madrid. Con un estilo que puede ser más efectivo: ese tipo de pressing de esperar al rival antes que intentar ser muy agresivo arriba. Uno de los motivos es que cuenta con jugadores de ataque como Vinícius, Mbappé, Rodrygo, Bellingham y Endrick, todos ellos futbolistas que, por sus capacidades físicas y técnicas, son letales en las transiciones ofensivas.
Pero para que esas transiciones ofensivas alcancen su máxima expresión se necesita de espacio a la espalda de los defensores rivales. Por eso esperar al rival puede ser una buena alternativa si lo que quiere el técnico blanco es sacar el máximo partido a las virtudes de sus futbolistas de ataque.
Xabi Alonso fue entrenado por José Mourinho en el Real Madrid. Su rol en el centro del campo, como ha explicado en la Clase Magistral con Coaches' Voice, pasaba por imprimir verticalidad al equipo cada vez que había un robo y activar a los atacantes que tenía por delante: Mesut Özil, Cristiano Ronaldo y Karim Benzema.
Si a todo lo anterior le unimos el poco sacrificio defensivo de Mbappé, y que en la 2024/25 ni Vinícius ni Rodrygo han destacado en esta cualidad, se antoja lo más práctico para el Real Madrid ser un equipo que varíe la altura del pressing y que se sienta cómodo comenzando a intentar robar el balón en una zona más retrasada del campo.

Sin embargo, parece poco probable ver en este próximo Real Madrid a un equipo defendiendo muy cerca de su propia área. Entre otras cosas, porque el gran trabajo de Xabi Alonso radica en intentar convencer a sus jugadores de dónde y cómo tienen que presionar.
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