XABI ALONSO
Real Sociedad B, 2019-Presente
El Perfil:
Su posición jerárquica en el mediocampo de Real Sociedad, Liverpool, Real Madrid y Bayern Múnich, y la experiencia de entrenar bajo la tutela de entrenadores tan prestigiosos como Rafa Benítez, José Mourinho, Carlo Ancelotti o Pep Guardiola le han valido a Xabi Alonso una importante experiencia para tomar el paso en los banquillos. Un rol como entrenador que ha despertado muchas expectativas. Incluso su nombre, aún sin experiencia en un club de Primera División, llegó a darse como seguro en el banquillo del Borussia Mönchengladbach para la temporada 2021/22.
Finalmente esa opción no se produjo, optando Alonso por continuar en el filial de la Real Sociedad, conocido como el Sanse, equipo con el que logró el ascenso a la Segunda División española en el verano de 2021. "Quiero hacerlo a mi ritmo, siguiendo mi camino. Ahora estoy aquí en el Sanse, y es donde quiero estar. Tengo la suerte de pasar mucho tiempo con mis jugadores, con los que tengo una relación muy abierta", ha señalado sobre su desarrollo en un reportaje en Informe + de Movistar.
Estilo de juego:
Xabi Alonso expone, en su primera andadura como entrenador en el fútbol profesional, los principales conceptos del juego de posición, con un ataque elaborado donde se le da mucha importancia a la forma en la que se progresa con balón, ubicando a los jugadores a diferentes alturas y siempre tratando de eliminar la presión del rival a través de superioridades en fase de posesión. Las principales variables en el juego vienen en el centro del campo -como no podía ser de otra manera después de su experiencia como jugador- donde el entrenador de la Real Sociedad B siempre intenta imponerse teniendo un futbolista más que su rival.
El sistema con el que inicia es un 4-3-3, con un mediocentro defensivo muy posicional y dos interiores que elevan o bajan su altura en función del balón y la forma de progresar que tenga el equipo. Ese sistema se ve modificado a un 3-2-4-1 con dos mediocentros fijando a los mediocentros rivales para liberar a sus espaldas a los mediapuntas con posibilidad de recibir el esférico para girar y atacar espacios.
En salida de balón el portero es el primero en generar superioridades (abajo), fijando a uno de los delanteros rivales y liberando a un central para que pueda salir jugando. Arriesgar en el inicio del juego es una de las máximas de la idea de fútbol de Xabi Alonso y lo lleva a su máxima expresión dándole al portero la responsabilidad de convertirse en un tercer central. Por delante de él, los centrales se sitúan muy abiertos, los laterales toman mucha altura y el mediocentro Peter Pokorny ofrece otra línea de pase para dar continuidad al juego con el objetivo de poder salvar la presión del rival. Para que esto ocurra tiene especial importancia la distancia entre los jugadores y la correcta ejecución de los pases.
Para poder conectar con los jugadores en zonas intermedias tienen que buscar el momento preciso para filtrar el balón. Tanto Aritz Arambarri como Urko González tienen la capacidad para poder eliminar líneas de presión con un pase interior. Es ahí donde el juego de posición expone una de sus máximas; esperar el balón y no ir a por él. Roberto López o Daniel Garrido son los futbolistas que más mantienen ese espacio por su capacidad para atacar la última línea.
Xabi Alonso, como señalábamos al principio, se impregnó en su época de jugador de varios entrenadores de grandísimo nivel. Desde Rafa Benítez o José Mourinho, pasando por Carlo Ancelotti a Pep Guardiola. Precisamente, con este último existen varios paralelismos en torno al sistema que emplea el técnico de la Real Sociedad B para elegir la forma de progresar. El 4-3-3 se transforma en un 3-2-4-1 (abajo). Para que ello se produzca se realizan varios movimientos. Jérémy Blasco, el lateral derecho, centra su posición y se convierte en uno de los centrales. Artiz Aldasoro se acerca a Pokorny para ofrecer una alternativa al pase y, a su vez, ayudar ante una posible pérdida de balón. Mientras, el lateral izquierdo, Cristo Romero, toma mucha altura convirtiéndose casi en un extremo, lo que hace que el jugador que tiene por delante en banda, Näis Djouahra, pase a ocupar una posición de mediapunta.
Lo que se logra con esos movimientos es poblar con hasta cuatro futbolistas el centro del campo y de esta manera ejercer superioridades por dentro. Tanto Romero en izquierda como Germán Valera en derecha dan amplitud estando muy pegados a la línea de banda, mientras que Jon Karrikaburu fija a los centrales realizando desmarques a la espalda de los centrales rivales. El técnico del filial de la Real Sociedad saca el máximo partido al juego interior de su equipo, con varias alternativas de pase y teniendo elevadas cuotas de posesión de balón.
Uno de los futbolistas más determinantes en el juego del equipo es su mediocentro Aldasoro (abajo). Suele alternar su posición para intentar recibir el balón el máximo tiempo posible, en ocasiones se sitúa cerca de Pokorny para ayudarle en salida de balón, mientras que hay veces que se perfila cerca de la posición de lateral izquierdo para ocupar ese espacio y desde ahí generar jugadas de ataque y progresión. Buen desplazamiento de balón, facilidad para el juego en espacios reducidos y profunda compresión del juego lo convierten en una pieza fundamental para Xabi Alonso.
Aún siendo un equipo predominantemente con mucho juego interior, la Real Sociedad B también tiene recursos muy interesantes en cuanto a atacar la profundidad y los espacios a la espalda del rival. Lo hace con Valera y Djouahra, dos futbolistas rápidos por banda, con buen uno contra uno y muy verticales, que van intercambiando su posición durante el partido.
Ambos jugadores apoyados en la izquierda por Romero, un lateral que realiza constantes desdoblamientos ofensivos llegando con asiduidad a línea de fondo (abajo). Si por la derecha la amplitud y profundidad en muy pocas ocasiones es ejercida por el lateral derecho, Blasco, por la banda izquierda Romero es el mejor aliado de Djouahra cuando este último se mete hacía adentro y le deja toda la banda al recorrido largo de Romero.
En la punta de ataque Karrikaburu es un delantero con gran cantidad de recursos, tanto para asociarse como para ser determinante en el área. Con solo 18 años ya se ha convertido en la referencia del filial, no solo por sus goles, sino que además ejerce una importante función en el juego del equipo. Realiza continuamente desmarques en ruptura y estira al rival lo máximo posible para generar espacios a sus compañeros de segunda línea.
Fase defensiva y presión:
Siguiendo otra de las doctrinas del juego de posición, la presión tras pérdida es el elemento fundamental de Xabi Alonso a la hora de defender y recuperar el balón lo más rápidamente posible. Para ello no solo basta con el ímpetu y la predisposición de los jugadores más cercanos al balón. Además, el sistema de ataque que propone Xabi Alonso (3-2-4-1), provoca que en caso de pérdida de balón en la zona central, haya muchos efectivos de su equipo y sea más factible acosar al poseedor.
Esta forma de defender no significa que no existan grietas. Y es que si no se consigue reconquistar el balón en un espacio corto de tiempo y se logra superar esa primera presión, hay muchos espacios detectables y el equipo esta en una inferioridad manifiesta a la hora de replegar y defender el área propia. Pocos efectivos y mucho riesgo. A la hora de defender, Xabi Alonso propone un 4-1-4-1 donde la distancia entre líneas es lo más estrecha posible e intenta que la zaga se posicione lo más arriba posible. Al mismo tiempo, los cuatro centrocampistas basculan tapando líneas de pase y, si Karrikaburu es superado, uno de los interiores es el encargado de saltar al poseedor de balón rival. Desarrollo donde Pokorny siempre está encargado de realizar la cobertura.
El jugador eslovaco es primordial para entender la estructura defensiva de la Real Sociedad B. No solo por las coberturas que realiza en el centro del campo cuando el equipo rival intenta progresar asociándose por dentro. Además, el equilibrio es aún mayor cuando el rival juega con dos delanteros o son más propensos a jugar en largo. En estas ocasiones, Pokorny se incrusta directamente entre los centrales (arriba) para que estos tengan la libertad de poder emparejarse con los delanteros rivales. Así, el equipo de Xabi Alonso no defiende en inferioridad en ningún momento y puede abrirse más para caer a banda si es necesario. Cuando eso sucede desaparece la figura del mediocentro y el sistema se vuelve a transformar para quedar en un 5-4-1.
Redacción: Héctor Riazuelo