¿Qué es la defensa en zona?
La defensa en zona es una estrategia defensiva con la que los equipos priorizan el control y la protección de los espacios en lugar de enfrentarse al rival en marcas individuales. La defensa en zona puede utilizarse en el juego abierto o en las jugadas a balón parado (abajo).
Hay cuatro puntos de referencia principales a la hora de defender: el balón; el rival; el posicionamiento y la distancia con los compañeros y el espacio en el campo. La defensa en zona puede adaptarse para aumentar la atención sobre cualquiera de estos cuatro puntos.
¿De dónde procede el término defensa en zona?
En el juego abierto, se cree que la defensa en zona procede de Brasil en la década de 1950. El entrenador del Fluminense, Zezé Moreira, intentó alejarse del sistema de marcaje al hombre que se utilizaba a menudo en la formación de W-M. Pasó entonces de una defensa de tres con marcaje al hombre a una defensa en zona. Rinus Michels y Arrigo Sacchi se basaron posteriormente en estas ideas.
¿Qué hacen los jugadores en un sistema de defensa en zona?
La defensa en zona se centra en la creación de una estructura defensiva en la que se prioriza ser compacto horizontal y verticalmente. Las distancias entre cada jugador deben ser pequeñas.
El objetivo es retrasar y frustrar al rival. Esto sin permitir la penetración a través del bloque, y con poca presión sobre el balón cuando éste se encuentra fuera del dispositivo defensivo.
Si el espacio es el principal punto de referencia para el equipo defensor, esta estrategia debería dificultar que el rival genere ventajas numéricas en determinadas zonas específicas del campo. Esto permitiría anular un aspecto concreto del juego de ataque del rival. Sin embargo, esto naturalmente concederá espacio en otras partes del campo.
Si el balón es el objetivo principal, los jugadores, las líneas y el bloque en su conjunto se adaptarán en función de la posición del balón. Esta estrategia tiene en cuenta los momentos individuales del juego. También aumenta la necesidad de que los jugadores tengan una buena comprensión del juego, inteligencia táctica y anticipación, así como cohesión y buena comunicación. Esto hará que los jugadores no se dividan del bloque defensivo, dejando huecos que el rival pueda aprovechar.
Por último, si el rival o jugadores específicos del oponente son el principal punto de referencia, los jugadores de manera individual, dentro de la estructura de defensa en zona, pueden salir a la marca sobre su oponente directo (arriba). A diferencia del marcaje al hombre, los jugadores no siguen estrictamente a su oponente directo a todas partes. Más bien pueden tener instrucciones específicas relacionadas sobre un jugador rival en concreto.
¿Cómo se utiliza la defensa en zona en las jugadas a balón parado?
Cuando se utiliza la defensa en zona en las jugadas a balón parado defensivas, se asigna a los jugadores una zona específica para defender. Se da prioridad a los espacios centrales, y también se pueden cubrir zonas por fuera del área.
Es habitual que haya dos unidades definidas cuando se defiende por zonas en los córners (abajo). La más alta de las dos líneas se encarga de cubrir los pases en diagonal y los envíos exteriores, al mismo tiempo que bloquea las carreras de los adversarios y limita sus posibilidades de correr hacia otros defensores. La unidad más retrasada, se encarga de atacar los envíos dentro del área y de ganar los primeros y segundos contactos cerca de la portería.
También es habitual ver a uno o dos jugadores cerca del borde del área, listos para presionar si el rival se queda corto en el envío, perseguir cualquier balón suelto en la segunda fase e instigar los contraataques. Estos jugadores suelen ser los más débiles en el juego aéreo.
Los equipos pueden optar por colocar hasta ocho jugadores en cualquiera de las dos unidades, o incluso sólo dos. Sin embargo, por lo general tendrán cuatro o cinco jugadores en la unidad más retrasada, y el resto del equipo estará más arriba como bloqueadores, en cualquiera de los dos postes o más arriba en el campo. Una vez que el balón pasa por encima de la cabeza de los jugadores en el primer palo, pueden recuperar su posición y regresar a la línea de gol.
En los tiros libres, los equipos se centrarán en mantener una buena línea, con pequeños espacios entre los jugadores. La línea debe avanzar y formar como una sola. Cayendo más profundo para proteger al portero o permaneciendo más arriba para dar espacio al portero y aumentar las posibilidades de que el rival sea sorprendido en fuera de juego. En estas acciones la orientación corporal también es clave. Los defensores deben estar de lado para ver el balón y correr hacia la portería o alejarse de ella.
¿Qué hacen los jugadores en fase ofensiva en un sistema de defensa en zona?
En el juego abierto, la defensa en zona proporciona una base sólida desde la que detener los ataques del rival. Una vez recuperada la posesión, un equipo puede lanzar un contraataque, sobre todo si el rival ha adelantado jugadores para romper una estructura defensiva compacta.
Como es tan importante mantener distancias cortas entre los jugadores en una estructura de marcaje por zonas, los jugadores deben sentirse cómodos combinando en zonas estrechas tras una recuperación. Por lo general, se enfrentarán a la presión inmediata del rival.
Los compañeros más alejados del balón también deben estar atentos a las transiciones de ataque. Pueden proporcionar una salida clave para construir contraataques rápidos con un balón rápido lejos de la presión de la oposición. Pueden empezar cerca de un compañero en una estructura defensiva compacta. Eso sí: deben esprintar inmediatamente después de una recuperación para llegar al espacio y recibir en movimiento.
¿Cuáles son las ventajas de utilizar la defensa en zona?
El marcaje por zonas es una forma fiable de garantizar la compacidad en la defensa. Esto significa que los equipos pueden proteger zonas clave del campo. Los adversarios más importantes, o más peligrosos, pueden tener dificultades para encontrar espacios en las zonas del campo en las que les gusta actuar. Por lo tanto, una estrategia defensiva zonal puede obligar al rival a cambiar su planteamiento ofensivo.
A diferencia del marcaje al hombre, es menos probable que aparezcan espacios y debilidades dentro del bloque defensivo. Además, es menos probable que los jugadores sean sacados de su posición.
En las jugadas a balón parado, los defensores no tienen que preocuparse de marcar, perseguir y quedar bloqueados. Pueden concentrarse por completo en el balón y su trayectoria, sin necesidad de apartar la vista para ver los movimientos de los atacantes.
Los jugadores responsables de una zona están siempre listos para atacar el balón, centrándose en él desde el punto de entrega. El marcaje en zona también permite a los jugadores permanecer como una unidad compacta para la segunda fase de una jugada a balón parado. Un sistema de marcaje al hombre, sin embargo, puede llevar a que los defensores sean arrastrados de por toda el área de penalti.
¿Cuáles son las desventajas de la defensa en zona?
Dado que el marcaje por zonas da prioridad a la compacidad, se pueden dejar grandes zonas del campo libres para que el rival las aproveche mediante patrones de ataque rápidos, incisivos y bien elaborados.
Mantener la compacidad requiere que todos los jugadores estén siempre concentrados y en comunicación con sus compañeros. Cualquiera que pierda la concentración puede dejar un espacio en la estructura defensiva. Además, los jugadores de ataque pueden tener que sacrificar parte de su juego para mantener la compacidad.
En las jugadas a balón parado, la defensa en zona suele ser el blanco de las críticas cuando los equipos conceden goles. El uso del marcaje zonal puede generar una descompensación. Los atacantes pueden correr sobre un defensor -en movimiento estos jugadores mientras el balón se desplaza-, que permanece en estático. La defensa en zona también pueden provocar confusión entre los defensores a la hora de valorar si un adversario o el balón están en el límite de las dos zonas.
Los defensores que vigilan constantemente el balón permiten que los atacantes se muevan por su lado débil y conecten con el balón con una carrera sobre el defensor. Además, varios adversarios pueden generar una ventaja numérica sobre una misma zona.
¿Cuáles son las alternativas?
El marcaje al hombre es la principal alternativa defensiva. Consiste en que cada defensor se concentre en un adversario específico, siguiéndolo por todo el campo. Cada jugador es responsable de un adversario, y presiona, rastrea, se bate en duelo y defiende en acciones de uno contra uno durante periodos prolongados. Cuando el balón llega a ciertas zonas más peligrosas del campo, los defensores suelen romper su estrategia de marcaje al hombre para generar ventajas numéricas sobre los atacantes que amenazan su portería.
¿Qué equipos o entrenadores utilizan el marcaje zonal?
Diego Simeone ha preferido a menudo un bloque bajo con el Atlético de Madrid, siendo una estructura compacta entre jugadores totalmente clave. Utilizando su 4-4-2 favorito, los dos delanteros hacen de pantalla zonal a los pivotes contrarios, y los dos centrocampistas de banda se estrechan para cubrir los canales interiores (abajo). El objetivo es forzar la salida del balón, con toda la retaguardia deslizándose y los laterales cerrando con agresividad a los rivales en las bandas.
José Mourinho ha dado prioridad a la defensa compacta y organizada a lo largo de su carrera. En algunos partidos con el Real Madrid, su zaga se defendía por zonas, protegiéndose de las distintas incursiones del rival. El doble pivote formado por Sami Khedira y Xabi Alonso era eficaz a la hora de deslizarse y filtrar pases en los espacios centrales, pero también de saltar hacia delante para presionar o apretar hacia arriba (abajo).
Cuando el Tottenham de Antonio Conte defiende con un quinteto zonal, su pareja de centrales cubre el centro del campo, ayudada por un Harry Kane descolgado. Sin embargo, uno de los centrocampistas centrales salta cuando un rival concreto tiene el balón -una estrategia centrada en el rival- y el central exterior también saldrá de su línea para ocupar potencialmente el espacio de la segunda línea.
Otros ejemplos de entrenadores que utilizaron el marcaje zonal
• Zezé Moreira, con el Fluminese en la década de 1950.
• Rinus Michels, con el Ajax, el Barcelona y Holanda en las décadas de 1970 y 1980.
• Arrigo Sacchi, con el AC Milan en la década de 1990.
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