la liga, 3 de diciembre 2023
João Félix (28)
João Félix fue el gran protagonista en la previa del partido entre el Barcelona y el Atlético por su situación contractual: es jugador rojiblanco y está cedido en el Barcelona. Y también lo fue en el partido, con un tanto decisivo para dar los tres puntos al equipo de Xavi Hernández, que firmó una muy buena primera mitad.
El Barcelona tuvo la oportunidad de hacer más grande la ventaja con una efectiva presión alta que desembocó en varias ocasiones de gol tras robo de balón. Sin embargo, los de Xavi no estuvieron acertados frente al arco, algo que dio vida al Atlético de Madrid.
Después de ser claramente dominado, Diego Simeone movió el banquillo y también varió el sistema de juego para mejorar el juego del Atlético de Madrid, pero no la definición en los últimos metros. El Barcelona de Xavi, con esta victoria, sigue de cerca al Real Madrid y Girona, colíderes, mientras el Atlético de Madrid se queda a siete de puntos de la cabeza de la tabla. Eso sí, los rojiblancos con un partido menos.
Análisis de los entrenadores
"El mejor partido de la temporada". Con esa afirmación definió Xavi el partido de sus jugadores. "Cada uno sabe todo lo que tiene que hacer de forma individual, pero el partidazo que hemos hecho ha sido por el conjunto. Todos han trabajado para el equipo", añadió también el técnico azulgrana.
"Hubo un primer tiempo en el que ellos fueron mejores. Pero me quedo con el segundo tiempo. Se peleó, se trabajó, hubo situaciones de gol, se cambiaron situaciones de juego para poder ser más importante en ataque y respondieron bien los chicos", destacó Simeone sobre el trabajo del Atlético de Madrid.
Salir de la presión por el lado débil del Atlético de Madrid
El Barcelona se organizó en la salida de balón bajo una estructura de 2 centrales y 3 medios. El objetivo de esta distribución fue fragmentar la línea de mediocampo del Atlético de Madrid (abajo).
De igual modo, la distribución táctica propuesta por Xavi con balón hizo dudar al dispositivo defensivo del Atlético a la hora de decidir qué jugador debía saltar a la presión sobre Ilkay Gündogan, Frenkie De Jong y Pedri. Una duda que habilita siempre a uno de esos tres jugadores del Barcelona como receptor interior, para encontrar después a un jugador libre por fuera.
Ya en zona de creación, el intercambio posicional entre Gündogan, De Jong y Pedri por dentro fue clave para encontrar los espacios interiores donde juntar pases. Esos pases atraían al dispositivo del Atlético de Madrid hacia el centro y liberaban las bandas, sobre todo en el lado derecho, donde Jules Koundé y Raphinha se aprovecharon de los desajustes en la última línea defensiva del Atlético de Madrid (abajo).
La ubicación de los tres medios locales en triángulo fue clave para dar superioridad posicional al equipo de Xavi y una fluidez ofensiva que facilitaba la llegada a zona de finalización.
2 contra 1 por fuera
En zona de finalización, el Barcelona aprovechó los mencionados desajustes de la última línea defensiva del Atlético de Madrid, casi siempre a través de situaciones de 2 contra uno ante Rodrigo Riquelme, carrilero izquierdo rojiblanco.
Los de Simeone no lograron en la primera mitad compensar la distancia entre el carrilero y el central, como tampoco la distancia en la ayuda de Rodrigo De Paul sobre la banda. Esto provocaba una clara desventaja posicional y numérica de la banda izquierda del Atlético ante Koundé y Raphinha. Ambos jugadores del Barça, conscientes de la debilidad de su rival por esa zona, buscaron profundizar continuamente y facilitar pases de finalización sobre los posibles rematadores (abajo).
Un patrón habitual en la banda derecha del Barcelona fue ver a Koundé ganando profundidad por el carril exterior, mientras Raphinha pasaba a ocupar los espacios libres sobre el carril interior derecho. El extremo azulgrana buscaba atacar la espalda de un defensor rojiblanco paga ganar una ventaja numérica y posicional, y facilitar así su llegada a zona de finalización (abajo).
En resumen, los movimientos del sector derecho del Barcelona fueron claves en la primera mitad para atacar los espacios libres e intervalos que generaban Rodrigo De Paul y Riquelme en el mediocampo del Atlético de Madrid.
Pérdidas de balón
Durante la primera mitad, el Atlético de Madrid no encontró el modo de enlazar pases en la salida, cometiendo numerosas pérdidas de balón innecesarias que les restaron protagonismo ofensivo.
Las pérdidas de balón del Atlético de Madrid estuvieron propiciadas principalmente porque Koke no detectaba las líneas de pase seguras y en ventaja sobre los carrileros. El pivote rojiblanco también era presionado en todo momento por De Jong, recibiendo el neerlandés la ayuda de Pedri. Una presión que le obligaba a dar pases horizontales y cortos que favorecían a la presión local (abajo).
En los momentos que los medios del Atlético del Madrid lograban atraer y superar a Pedri y De Jong. Sin embargo, no tomaban la mejor decisión para aprovechar los espacios exteriores en el dispositivo defensivo del Barcelona.
Ante eso, los de Simeone decidieron buscar a Griezmann por dentro. Justo en el lugar donde el dispositivo el mediocampo del Barça era más fuerte debido a su organización y capacidad de anticipación (abajo).
Cambio de sistema
En la segunda mitad y tras la entrada de Memphis Depay y Sául Ñíguez (sumado a los tres cambios que el técnico rojiblanco ya había hecho en el descanso), Simeone pasó del 5-3-2 al 4-4-2, otorgando más consistencia defensiva a su equipo. Este cambio de organización también le dio ventaja al Atlético de Madrid en el centro del campo por el pasillo central, conectando a sus tres mediocentros.
Asimismo, el 4-4-2 permitió al equipo de Simeone una mejor ocupación del espacio interior, logrando que se equilibraran las ayudas defensivas de los centrales. Los centrales estuvieron más cerca de la acción de juego. También mejoraron su posicionamiento para poder realizar anticipaciones sobre los jugadores del Barça, con la última línea defensiva adelantada y en superioridad numérica.
Bajo el 4-4-2, Griezmann pasó a ser el encargado de cerrar la primera línea de pase interior entre De Jong y Gündogan. Así realizaban movimientos que cerrasen el espacio que se podía generar en esa zona con los movimientos de Saúl y De Paul, y la ayuda de Marcos Llorente y Correa.
Después de la recuperación del balón, la intención principal del Atlético de Madrid en ataque era aprovechar el espacio libre del Barcelona a la espalda de Gündogan, al igual que el intervalo entre Koundé y Ronald Araújo. Justo por esta última zona, en el espacio entre Koundé y Araújo, llegaron las mejores ocasiones visitantes. Pero sin acierto para hacer el gol del empate (abajo).
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