
champions league 2025/26, 4 de noviembre de 2025
Mac Allister (61)
El Liverpool derrotó al Real Madrid en Anfield por segunda temporada consecutiva (en la edición del año pasado el resultado fue un 2-0 a favor de los Reds) gracias a un gran despliegue colectivo.
Al igual que en su enfrentamiento de la Champions League de hace doce meses, Alexis Mac Allister volvió a marcar; esta vez conectó de cabeza un tiro libre ejecutado por Dominik Szoboszlai, batiendo a Thibaut Courtois. Hasta ese momento, el guardameta belga fue prácticamente imbatible, realizando parada tras parada para mantener al Real Madrid con vida en el partido. Sin embargo, sus compañeros no lograron generar suficiente peligro con el balón como para rescatar al menos un punto del encuentro.
A pesar de la derrota, los de Xabi Alonso siguen en la lucha para meterse entre los ocho primeros de la fase liga de la Champions League, situados por delante de un Liverpool que también suma nueve puntos en la clasificación.
El análisis de los entrenadores
“Les dije a los jugadores que quería que presionaran muy arriba o se replegaran en bloque bajo,” señaló Arne Slot, quien también explicó la razón de este planteamiento: “Vinícius y Mbappé son jugadores increíbles por muchos motivos. Sus desmarques en profundidad, la sincronización, su velocidad… están a otro nivel. Así que no debíamos dejar espacios a su espalda, y nuestra última línea lo hizo muy bien esta noche. Más allá de todo lo que podamos decir, les ganamos gracias a una jugada a balón parado. Es más agradable hablar de ello cuando se gana, porque si pierdes, la gente dice que estás buscando excusas. Pero tener un balance positivo en las jugadas a balón parado es lo mínimo necesario para obtener un resultado nueve de cada diez veces, y eso fue lo que logramos”.
“Fue un partido exigente, con un ritmo muy alto,” comentó Xabi Alonso antes profundizar en el análisis del partido. “La primera parte estuvo bastante igualada y la segunda se decidió por pequeños detalles. Empezamos a conceder demasiadas faltas y algún que otro córner. Courtois nos mantuvo en el partido. El gol les dio ventaja y después nos costó reaccionar. Tenemos que aprender que cuando ellos aprietan, algo que sucede cuando la afición se enciende, debemos evitar conceder córners y tiros libres. Crearon muchas ocasiones porque cometimos demasiadas faltas”.
A continuación, nuestros entrenadores analizan las claves de la victoria del Liverpool ante el Real Madrid.
Wirtz, jugando por dentro
Partiendo del dibujo inicial en 4-2-3-1 del Liverpool, Florian Wirtz se movió con frecuencia hacia dentro desde el extremo izquierdo. Este movimiento liberó el carril exterior para que el lateral Andy Robertson pudiera proyectarse y ofrecer amplitud por ese costado. Al volcarse hacia el centro, Wirtz también se conectaba con el resto del mediocampo del Liverpool, generando una superioridad numérica sobre el doble pivote del Real Madrid.
El equipo de Xabi Alonso defendió en un 4-4-2, con Jude Bellingham a la misma altura que Mbappé en la primera línea de presión. La superioridad numérica en el mediocampo del Liverpool permitió que uno de sus centrocampistas (Mac Allister, en la imagen de abajo) pudiera retrasar su posición para cubrir el avance de Robertson. El argentino también ayudó a los centrales en la salida de balón, ya fuera a través de la primera línea de presión del Real Madrid o por fuera.

Durante el primer tiempo, Robertson y Mohamed Salah sostuvieron la amplitud del Liverpool, ofreciendo desmarques a la espalda de la línea defensiva del Madrid. Aunque no siempre recibieron el balón, sus carreras sirvieron para estirar a la defensa rival a lo ancho del campo, generando espacios entre sus jugadores para que los futbolistas interiores de Liverpool pudieran recibir. Cuando Wirtz se movía hacia dentro, uno de los mediocampistas del Liverpool se descolgaba fuera de la zona central. El movimiento del mediocampista alemán arrastraba a Dean Huijsen fuera de la línea defensiva del Madrid, lo que facilitaba que el Liverpool explotase el espacio interior. El delantero Hugo Ekitiké, por su parte, orientaba sus carreras hacia fuera y buscaba posicionarse sobre el lado débil de Militão, complementando así los movimientos de Wirtz (abajo).

Ocasionalmente, un jugador del Real Madrid —generalmente desde las zonas exteriores— saltaba a presionar al trío del mediocampo del Liverpool. Sin embargo, Ryan Gravenberch, Mac Allister y Szoboszlai demostraron una gran lectura del juego al identificar cuándo acelerar el ritmo y encontrar al jugador libre por fuera. Ese futbolista libre fue principalmente Conor Bradley, y fue así por varios factores: los saltos de Vinícius en la presión, la amplitud de Salah y los movimientos interiores de Wirtz.
Una vez integrado en la jugada el jugador libre por fuera, el Liverpool podía entonces habilitar a Wirtz y Ekitiké para enfrentar a los dos centrales del Madrid, con Salah ofreciendo una amenaza constante por la derecha (abajo). El equipo local tuvo una gran oportunidad de abrir el marcador antes del descanso, cuando Szoboszlai, a centro de Wirtz, obligó a Courtois a protagonizar una excelente intervención en el mano a mano.

El equipo local posicionó a más jugadores entre líneas durante la segunda mitad, especialmente ante el intento del Madrid por mantener una estructura más compacta delante de su línea defensiva. El mediocampo blanco tendió a replegarse más, al tiempo que Mbappé y Bellingham también adoptaron, sin balón, posiciones más retrasadas. El Liverpool adelantó por momentos a Bradley, mientras que Wirtz siguió volcándose hacia el centro desde la izquierda (abajo). Algunas combinaciones de los Reds por el sector derecho de su ataque funcionaron bien para superar la segunda línea de presión, aunque la mayoría de sus acciones ofensivas se desarrollaron frente a la última línea del Madrid.

El Liverpool apenas pudo penetrar a espaldas de los defensores. De hecho, durante gran parte del encuentro, se vio obligado a intentar marcar con remates lejanos. Las faltas cometidas por el Madrid interrumpieron su ritmo, pero una de ellas fue la que derivó en el gol anotado a balón parado, después de que Liverpool volviera a superar la presión del mediocampo rival.
Inclinación del Real Madrid a jugar por la izquierda
Desde su estructura 4-2-3-1, el Real Madrid buscó generar asociaciones por el sector izquierdo. El mediapunta Jude Bellingham se desplazó hacia esa zona para apoyar a Vinícius, mientras que el lateral Álvaro Carreras se incorporó desde atrás, aunque solo lo hizo cuando se presentaban situaciones evidentes de 2x1 frente a Bradley, quien mantuvo un duelo muy intenso con Vinícius durante la mayor parte del partido. Mbappé, principal referencia ofensiva, tendió también moverse hacia el carril interior izquierdo para participar en las combinaciones en esa zona. El doble pivote y los centrales del Madrid se encargaron de construir la salida, pero el equipo de Alonso se inclinó principalmente a jugar hacia el costado izquierdo. Eduardo Camavinga fue empleado por la derecha junto a Federico Valverde (abajo), aunque ninguno de los dos logró generar ventajas ni crear situaciones de amenaza alrededor de Robertson.

Cuando uno de los mediocampistas del Liverpool saltaba a presionar, el Real Madrid sí lograba progresar y generaba algunas situaciones de potencial amenaza. Aurélien Tchouaméni y Arda Güler ofrecieron apoyos para establecer una conexión de pases entre la línea defensiva y los jugadores que actuaban por el sector izquierdo. Desde el fondo, los pases verticales y las conducciones hacia el mediocampo de Dean Huijsen representaron una vía efectiva de salida. A partir de ahí, los jugadores del Madrid que cayeron al costado izquierdo consiguieron recibir a la espalda de los mediocampistas del Liverpool (abajo). Sin embargo, el equipo blanco tuvo dificultades para generar peligro real, ya que ralentizó demasiado el juego, careciendo de verticalidad en ciertos momentos. Además, se encontró con una línea defensiva del Liverpool muy sólida, auxiliada esta por notables carreras de repliegue por parte de los jugadores Reds que inicialmente habían quedado por delante del balón.

Alonso incorporó a Rodrygo al ataque del Real Madrid en la segunda mitad, mientras que Güler intercambió funciones con el reemplazado Camavinga. Sin embargo, la defensa en bloque bajo del Liverpool se mantuvo organizada y sólida, y el sector derecho del Madrid generó muy poco peligro. La acumulación de sus jugadores en el costado izquierdo siguió facilitando la progresión del balón hacia delante, pero el mediocampo del Liverpool —estrecho y compacto por delante de la línea defensiva— logró bascular eficazmente para proteger esa zona. Además, la línea ofensiva del Liverpool colaboró bien para orientar el juego hacia un solo lado. Como resultado, aunque el Madrid tuvo algunos momentos de peligro por la izquierda, no consiguió desorganizar el bloque bajo 4-3-3 del equipo local (abajo), y en posesión apenas logró poner a prueba o amenazar al conjunto anfitrión.

Después de haber encadenado diez partidos sin mantener la portería a cero antes del fin de semana, el Liverpool logró mantener su valla invicta por segunda vez en apenas tres días, obteniendo así una victoria muy necesaria.
El resultado, en cambio, fue una decepción para el Real Madrid, que había ganado 13 de sus primeros 14 partidos entre LaLiga y la Champions League esta temporada. Aun así, el inicio de campaña sigue siendo muy prometedor para el entrenador Xabi Alonso, que ahora centrará su atención en el próximo desafío ante el Rayo Vallecano. El Liverpool, por su parte, afrontará otra gran prueba cuando visite al Manchester City en la Premier League este fin de semana.
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