¿Qué es un 4-4-2 en rombo?
El 4-4-2 en rombo es una formación que solo se diferencia del 4-4-2 tradicional por la estructura de su mediocampo, compuesta por un solo mediocentro, dos volantes exteriores y un mediapunta que juega por detrás de dos delanteros centros (abajo).
¿Dónde se origina el 4-4-2 en rombo?
El 4-4-2 emergió cuando el delantero centro del sistema 4-3-3 comenzó a descolgarse al mediocampo. En el Mundial de 1962, Brasil formó una estructura 4-3-3, con Mário Zagallo bajo el rol de delantero centro con movimientos al mediocampo para generar ventajas numéricas en esta zona. Pese a partir como delantero en el dibujo inicial, Zagallo adoptó más la demarcación de un mediapunta en un sistema de 4-4-2 en rombo.
En el siguiente Mundial, en Inglaterra en 1966, los anfitriones y, a la postre, campeones formaron con un mediocentro defensivo, Nobby Stiles, en un 4-1-2-3. Con el tiempo, ambas ideas pudieron converger en el 4-4-2 en rombo.
Con la creciente popularidad del 4-3-3 en la década de 1970, los equipos fácilmente podían convertir ese dibujo en un 4-4-2 en rombo con el delantero centro en la figura de un falso nueve. Los dos extremos, por su parte, podían trazar la diagonal hacia dentro para amenazar de cara a la portería rival o mantenerse por fuera, en el rol de delanteros abiertos.
¿Cuáles son las responsabilidades en fase de posesión en un 4-4-2 en rombo?
Los dos delanteros centros aportan altura en el ataque, fijando a los centrales rivales. Pueden tratar de aguantar el balón a la espera de la llegada del mediapunta o cualquiera de los volantes, como también amenazar con movimientos a la espalda de la defensa rival. Asimismo, los delanteros también pueden deslizarse al exterior para recibir pases al espacio, con movimientos que habiliten líneas de conexión en el centro para que los mediocampistas avancen. Esta acción genera el posicionamiento de atacantes abiertos —es decir, moviéndose de dentro hacia fuera—(abajo).
El mediapunta es el enlace permanente entre el mediocampo y el ataque, habitualmente tomando posiciones entre líneas, especialmente para amenazar la denominada Zona 14 (abajo). El mediapunta, a su vez, habilita movimientos a la espalda de la defensa rival cuando uno o los dos delanteros se mueven hacia afuera, pero aun aquí, su mayor responsabilidad sigue siendo la de generar ocasiones de gol.
Los dos volantes de banda, en buena medida, trabajan en los pasillos interiores como centrocampistas de área a área —los denominados box to box—. Pueden proporcionar amplitud cuando los laterales están muy atrás para avanzar y unirse al ataque.
El mediocentro defensivo ayuda a construir el juego desde atrás, participando como enlace entre la defensa y el resto del mediocampo. Este jugador también puede incrustarse en la última línea o bien al entre los centrales o por fuera de ellos, para permitirles a los laterales avanzar a la segunda línea. Es raro que un pivote se mueva por delante del balón, sino que generalmente se muestra por detrás de la línea de pase para poder reiniciar el juego o cambiar de orientación al flanco opuesto.
Si una referencia clara o permanente por fuera en el mediocampo o en la unidad de ataque, los laterales tienden a proveer la amplitud ofensiva cuando el equipo juega en un 4-4-2 en rombo. De cualquier modo, si un delantero centro se descuelga por fuera, o los volantes de banda avanzan, los laterales pueden variar su rol y ocupar los espacios que dejaron los volantes. Una movimiento que asegura que el rombo se mantenga pese a cualquier intercambio de posición.
¿Cuáles son las responsabilidades en fase defensiva en un 4-4-2 en rombo?
Mientras que la zona central del mediocampo tiende a ser poblada por los cuatro centrocampistas, habitualmente los dos delanteros fuerza la salida del rival por fuera. También presionaran de fuera hacia adentro para complicar la asociación del oponente en zonas interiores.
El mediapunta podrá marcar al hombre al pivote defensivo rival, o vigilar los pases hacia él, completando la primera parte de la presión por el centro. Si los delanteros centro presionan a su rival por fuera, entonces el mediapunta saltará sobre los centrales.
Los dos volantes de banda, mientras, marcarán a rivales al hombre o por zonas, tratando de proteger los pasillos interiores. Esto buscando prevenir pases desde adentro hacia afuera. En el caso de que el rival logre superar la presión de los delanteros, entonces los volantes de banda son libres de saltar a presionar a los laterales, con la esperanza de evitar que avancen mucho en el terreno de juego.
El pivote defensivo usualmente se mantendrá por delante de los centrales y vigilará los pases a los delanteros rivales. También pueden saltar adelante si los otros mediocampistas saltan a la presión, pero generalmente se mantienen en una posición central.
¿Qué equipos utilizaron con éxito el 4-4-2 en rombo?
La Juventus con Massimiliano Allegri
Después de reemplazar a Antonio Conte en 2014, Allegri transformó el sistema de la Juventus de un 3-5-2 a un 4-4-2 en rombo durante su primera temporada en el cargo. Andrea Pirlo jugó en la base del mediocampo, con Claudio Marchisio y Paul Pogba como volantes en las bandas, y Arturo Vidal o Roberto Pereyra como mediapunta. Adelante, Carlos Tévez jugaba con Álvaro Morata o Fernando Llorente, mientras que la amplitud la generaban laterales como Patrice Evra y Stephan Lichtsteiner.
Si bien parecía ser un cambio mayor respecto al 3-5-2 de Conte, el rombo de Allegri solo marcó una diferencia al sumar a un mediapunta en lugar de un tercer central. La transición a ese esquema fue fluida, con un nuevo título de Serie A y una final de Champions League en la primera campaña bajo el mando de Allegri.
El Brighton con Graham Potter
Graham Potter utilizó una variedad de estructuras y formaciones a lo largo de su era en Brighton. Habitualmente utilizaba rombos para generar superioridades en las zonas centrales. Esta figura permitía que sus dos delanteros —habitualmente Neal Maupay y Danny Welbeck— se dividieran y ocuparan posiciones abiertas (abajo). Así llevaban a los centrales rivales a esos canales, generando espacios en el centro para los mediocampistas. Los laterales ofensivos, como Marc Cucurella, Tariq Lamptey y Jöel Veltman también avanzaban en los espacios que los delanteros creaban.
El Liverpool con Jürgen Klopp
Jürgen Klopp ha mantenido un esquema 4-3-3 a lo largo de su etapa en el Liverpool. Sin embargo, el delantero centro Roberto Firmino ha sido muy efectivo cayendo al mediocampo y sumándole un efectivo más a esa línea. Los delanteros con capacidad de jugar por fuera, como Mo Salah y Sadio Mané se pueden mover adentro para generar amenazas. La amplitud la proveen laterales como Trent Alexander-Arnold o Andy Robertson, con el equipo manteniendo un 4-4-2 en rombo durante esas rotaciones. Incluso después del arribo de Darwin Núñez, Klopp mantuvo el 4-4-2 en rombo en algunos juegos. Firmino va como mediocentro y Núñez y Salah como delanteros centro libres para moverse cuando sea necesario (abajo).
¿Qué ventajas tiene jugar en un 4-4-2 en rombo?
La principal fortaleza de un 4-4-2 en rombo es la superioridad que genera en el centro del mediocampo ante rivales que tengan dos o tres centrocampistas. Algo que ocurre en casi todas las formaciones. Esto ayuda a que el equipo domine la posesión y cree ataques en áreas muy peligrosas en el centro del campo, al mismo tiempo que provee cobertura frente a contraataques y efectivos para la presión tras pérdida en una transición defensiva.
La presencia de dos delanteros significa que los dos centrales rivales estarán ocupados. De ese modo, los balones directos adelante son más fáciles de asegurar y retener, lo que le da al equipo una fuerte base para construir contragolpes.
Si un equipo tiene laterales particularmente ofensivos, el mediocampo en rombo deja mucho espacio para que estos jugadores puedan adelantarse y ganar posiciones en el último tercio de campo.
¿Qué desventajas tiene jugar en un 4-4-2 en rombo?
El 4-4-2 en rombo carece de amplitud natural en ataque, por lo que es fácil para el rival ganar terreno a través de los pasillos exteriores en las transiciones. También es fácil para el oponente tomar ventajas numéricas contra los laterales cuando defienden en este esquema.
Para ocupar espacios exteriores cuando se ataca, los jugadores deben moverse fuera de su posición primaria. Esto no solo requiere jugadores inteligentes, que sean técnica y tácticamente versátiles, pero también unos efectivos con altos niveles de energía.
Con el rombo cubriendo el centro del campo, los mediocampistas a veces pueden bloquear las líneas de pase de sus compañeros a los delanteros. En ese caso, el acceso a los dos jugadores de arriba queda restringido a un juego directo —demasiado predecible—, o pases en los pasillos interiores para que los atacantes peleen por ellos.
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