Premier League: Análisis táctico Liverpool 1 Manchester City 1

Liverpool y Manchester City saldaron con tablas su duelo en la carrera por ganar la Premier League 2023/24. Un resultado, 1-1, que se dio también en la primera vuelta. Eso habla de lo igualdad entre ambos en la pelea por el título de la máxima competición inglesa, que entra en su recta final con tan solo diez jornadas por delante. Una pelea que, además, esta vez incluye al Arsenal como contrincante, que se situó líder después de ganar su partido ante el Brentford.

En Anfield, al margen de la gran rivalidad entre el Liverpool y City, Jürgen Klopp y Pep Guardiola dirimían la que sería su última gran batalla en la Premier League. Y, como se esperaba, fue un partido vibrante. Empezó el City con más energía y ambición que su rival, adelantándose en el marcador en una jugada de laboratorio en un saque de esquina. Kevin de Bryune lo lanzó y John Stones marcó en el primer palo tras abrir un agujero en la defensa Red.

En el segundo tiempo, el Liverpool mostró su versión más agresiva, con un ritmo que asfixió en muchos momentos al City. Alex Mac Allister empató desde el punto de penalti, después de que Darwin Núñez aprovechara un mal pase atrás en corto de Nathan Aké y provocara una falta de Ederson. El equipo de Jürgen Klopp atacó insistentemente a partir de entonces, con Luis Díaz sin poder convertir ninguna de las tres excelentes oportunidades que tuvo y Núñez frustrado a bocajarro por el portero suplente Stefan Ortega.

A pesar del mayor dominio del conjunto de casa, el City tuvo ocasiones para llevarse los tres puntos. Phil Foden debió haber hecho más en un mano a mano con Caoimhín Kelleher, y Jérémy Doku estrelló un disparo raso en el segundo palo. Sin embargo, el resultado no volvió a moverse en Anfield.

Análisis de los entrenadores

"Hoy he visto los mejores 53 minutos que hemos jugado contra el Manchester City", destacó Klopp, cuyo equipo se convirtió en el primero desde el Arsenal en octubre en tener la mayoría de la posesión en un partido contra el City. 

"Ha sido excepcional cómo hemos jugado, y también es importante que hayamos aprendido eso de nosotros mismos. No hay mejor medida del nivel al que estás que jugar tu mejor fútbol contra el City, y crear las ocasiones que creamos contra ellos: contraataques, rapidez mental, disparos lejanos. Cómo jugamos a través de su centro del campo fue uno de los mejores momentos como entrenador de mi carrera", analizó el técnico del Liverpool.

"Hablamos en el descanso de defender algo en este estadio y entonces regalamos un penalti", dijo Guardiola. "Durante 15 o 20 minutos después de eso fue como un tsunami. Pero cuando Mateo (Kovacic) entró tuvimos calidad para mantener el balón de nuevo. Intentamos jugar".

El técnico del City también abordó su conversación con un De Bruyne visiblemente frustrado, después de que el belga fuera sustituido mediada la segunda parte. "Es bueno que esté molesto. La decisión la tomé porque sabía lo que nos estaba faltando. No estábamos manteniendo el balón y después (de la sustitución) lo hicimos mejor".

"Necesitamos a Kevin, es muy importante para nosotros. Participó en la primera parte, pero después de que les metiéramos el gol, el partido se nos fue de las manos. Necesitábamos volver a nuestro nivel. Esa era la idea", zanjó Guardiola sobre cualquier debate posible con la sustitución del jugador belga.

3-2-4-1 en ambos equipos

Klopp y Guardiola apostaron en sus equipos por los mismos dibujos: 3-2-4-1 en ataque y 4-4-2 en fase defensiva. El City fue dominador en la primera mitad, con una construcción de juego cuya intención era que uno de los mediocentros del Liverpool saltara a la presión. Ese salto a la presión de un jugador Red permitía a los mediapuntas, Bernardo Silva y De Bruyne, posicionarse más arriba, en los espacios del dispositivo defensivo local.

Para corregir ese déficit defensivo, Van Dijk trataba de cubrir a De Bruyne en la medida de lo posible, cuando el jugador belga eludía la vigilancia de Wataru Endo. La zaga del Liverpool basculaba también hacia el otro lado, dejando a menudo a Silva o a Julián Álvarez (utilizado el argentino en la banda izquierda) libres para generar gran parte de los peligrosos ataques de los visitantes (abajo).

Uno de los problemas que tuvo el Manchester City fue su incapacidad para recuperar limpiamente el balón ante el juego directo de los de Anfield. El planteamiento orientado a una defensa de tres de los de Guardiola, permitió a menudo ganar el primer balón a los Reds, especialmente en los envíos dirigidos hacia Núñez. También se mostró más poderoso el Liverpool en las segundas jugadas, una vía que utilizó para habilitar a sus delanteros. Una vez con balón en campo rival, los de Klopp apuntaban a los amplios espacios en torno a los tres zagueros del City. En las transiciones del Liverpool, Kyle Walker estuvo especialmente bajo presión de los atacantes locales, ya que se vio obligado a defender espacios relativamente grandes (abajo).

En el Liverpool, también sobre el 3-2-4-1 en los momentos con más posesión, Bradley llegó hasta muy arriba desde el lateral derecho, formando una defensa de tres. Harvey Elliott, al mismo tiempo, incursionaba por dentro para apoyar a Díaz y Dominik Szoboszlai en torno a Núñez, con Mac Allister y Endo formando el doble pivote.

 La mayoría de las salidas efectivas con balón del Liverpool se producían mediante los intercambios de posición por la banda derecha, especialmente cuando Álvarez saltaba a la presión sobre Jarell Quansah. Los peligrosos centros de Bradley, los movimientos de ayopo de Elliott y las internadas de Núñez amenazaban a Aké, quien quedaba a menudo aislado (abajo).

Hubo múltiples ocasiones en las que la falta de coordinación de Álvarez en la presión sobre la zaga del Liverpool generó más espacio para que Bradley avanzara más arriba, lo que contribuyó a que el dominio del juego se inclinara hacia el Liverpool. Sin embargo, al estar Bradley tan arriba cuando los de Klopp atacaban, aparecía espacios para que Álvarez los aprovechara cuando el City recuperaba la posesión. De Bruyne y  Silva trabajaron dando apoyo en segundos balones, listos para encontrar a Erling Haaland en el área. Esta situación provocaba que a Bradley le resultara muy difícil defender este flanco, siendo el City una amenaza a la contra durante toda la primera parte (abajo).

Adaptaciones en la segunda parte

El Manchester City adaptó su estructura defensiva en la segunda mitad con la intención de corregir la debilidad que había mostrado ante el ataque local por la banda derecha. Álvarez pasó a tener mayor vigilancia de las carreras de Bradley, y Aké saltaba para cubrir a Elliott. A partir de ese momento, Aké dejó de estar en inferioridad, con la banda derecha del Liverpool apenas capaz de generar combinaciones durante un periodo significativo de la segunda parte. En su lugar, el Liverpool enviaba delicados y bien colocados balones a espaldas de la zaga del City, especialmente cuando Silva saltaba desde el centro del campo para presionar a Quansah. Esto permitió a la línea delantera Red ir más arriba, ejerciendo una presión significativa sobre la zaga del City, que a menudo se situaba escalonada (abajo).

Mo Salah se incorporó a la banda derecha del Liverpool con los cambios de Klopp,  pasando Gómez a situarse como lateral derecho, mientras Robertson pasó a ocupa el lateral izquierdo. Gómez buscó el desmarque interior en la medida de lo posible para aislar a Salah en situaciones favorables de 1x1 contra Aké. En esta disposición, el internacional egpicio envió pases en profundidad a los movimientos de Núñez, quien atacaba por el pasillo interior derecho, y más tarde al extremo izquierdo Díaz, incursionando el colombiano ahora por dentro. Díaz dispuso de varias ocasiones para sellar la victoria para los locales, con constantes carreras interiores y alrededor de Walker (abajo).

La capacidad de los locales para generar juego tras recuperaciones en el centro del campo, o combinar rápidamente como delantera, le ayudó a dominar el partido durante un largo periodo luego de haber conseguido el gol del empate.

Cambios de Guardiola

En el City, Guardiola sustituyó a De Bruyne y Álvarez, por Doku y Mateo Kovacic. Silva se situó en la banda derecha y Foden en el interior, como uno de los mediapuntas alrededor de Haaland. El apoyo y la energía de Silva ayudaron a lidiar con los desdoblamientos de Robertson. Al mismo tiempo, ocasionalmente ayudaron a Walker a enfrentar la amenaza de Diaz. Kovacic, por su parte, aportó el control que tanto necesitaba el City en el centro del campo, pero un problema para los de Guardiola fue la falta de llegada a espaldas de la línea defensiva del Liverpool. Estas carreras no fueron lo suficientemente frecuentes como para estirar la defensa de cuatro del equipo local, ni generar espacios mejores para que los mediapuntas del City pudieran operar. La mayoría de los movimientos en torno al jugador en posesión del balón eran hacia atrás (abajo).

En la segunda mitad, el mediocampo del Liverpool se mostró excelente en los duelos y en la recuperación de la posesión. Esto debido a que los espacios que tenían que gestionar eran mucho más reducidos. Aunque Doku estrelló un balón en el poste en los últimos minutos, el City creó pocas ocasiones en ataques dignas de mencionar, en comparación con la amenaza del equipo local. No obstante, los de Guardiola fueron lo suficientemente resilientes como para salir de Anfield con un punto.

Puedes ver los análisis tácticos de los partidos más importantes en The Coaches' Voice Análisis/Partidos.