Champions League: Análisis táctico Real Madrid 2 Bayern Múnich 1 (global 4-3)

El Real Madrid firmó otra remontada en la Champions League, esta vez ante el Bayern Múnich en las semifinales y en apenas tres minutos. Joselu, actor secundario durante toda la temporada, se erigió en gran protagonista con dos goles tras salir desde el banquillo en los últimos minutos del partido. 

Antes de esos instantes finales frenéticos, el Real Madrid dominó el partido, gozando de varias claras ocasiones, como también se destacó el Bayern a la contra, siendo especialmente influyente Harry Kane como '9'. 

Alphonso Davies, que saltó al campo por el lesionado Serge Gnabry, hizo el 0-1 en el minuto 68. El Bayern buscó entonces cerrar cualquier hueco en su defensa, más todavía con los cambios de Thomas Tuchel para acumular defensas e intentar frenar a Vinícius, brillante el brasileño durante todo el partido. Sin embargo, eso no le sirvió al conjunto alemán ante la épica del Real Madrid y la estrella de Joselu. Su primer gol llegó después de un fallo poco habitual de Manuel Neuer, cuya gran actuación hasta ese momento había frustrado al Madrid. El segundo, en el minuto 91, se concedió tras una deliberación de los árbitros del VAR a raíz de un posible fuera de juego. Y aún quedaba más drama por llegar.

El Bayern terminó lamentando la falta de intervención del VAR en el otro extremo, cuando Matthijs de Ligt mandó el balón al fondo de las mallas en el minuto 13 del tiempo añadido. El árbitro asistente había levantado inmediatamente su bandera en lo que fue un fuera de juego ajustado, un error agravado cuando el árbitro inmediatamente hizo sonar su silbato, lo que significaba que el juego se había detenido efectivamente justo antes de la finalización de De Ligt, por lo que el fuera de juego no podía ser revisado.

No obstante, el Madrid fue el equipo que llevó más peligro en el partido, con un xG (goles esperados) de 3,37. Los blancos llegan así a su final número 18 en la Champions, en esta ocasión ante el Borussia Dortmund.

Análisis de los entrenadores

"Lo inexplicable ha pasado una vez más en un estadio que empuja y los jugadores no paran de creer", señaló Carlo Ancelotti. Hemos jugado bien y no perdimos la cabeza cuando nos marcaron. Se lo quiero agradecer a la afición, al club y a los jugadores, que han hecho una temporada que nadie se esperaba, yo tampoco. Llegar a la final es un éxito".

"Estamos casi clasificados", dijo por su parte Thomas Tuchel. "Ya casi lo estamos, y hubo un error muy inusual de nuestro mejor jugador (Neuer) en el gol del empate, y luego concedimos el segundo en el tiempo añadido".

"Luego marcamos un gol y hubo una decisión desastrosa del juez de línea y del árbitro. Fue una gran lucha. Lo dejamos todo en el campo y casi lo conseguimos. Ahora damos la enhorabuena al Real Madrid".

4-4-2 contra el 3-5-2 del Real Madrid

Al igual que en el partido de ida, Carlo Ancelotti y Thomas Tuchel formaron sobre un 4-4-2 en defensa. Como ningún equipo buscó la presión alta de manera constante, ambos tenían la tarea de romper ese bloque defensivo. En el 4-4-2 del Bayern sin balón (abajo), Jamal Musiala permanecía arriba con Harry Kane, mientras que ambos extremos retrocedían para mantener la vigilancia sobre los laterales del Real Madrid. Cuando Alphonso Davies entró por el lesionado Serge Gnabry a los 27 minutos, el lado izquierdo del Bayern se reforzó defensivamente, a la vez que el Real Madrid buscó la forma de atacar la banda opuesta.

Contra el bloque 4-4-2 del Bayern, el Real Madrid casi dibujaba un 3-5-2 en ataque (abajo), con Toni Kroos descolgado en la izquierda, como es habitual en el jugador alemán en la salida. Ambos laterales locales presionaron hacia adelante, con Jude Bellingham y Fede Valverde desplazándose hacia adentro para dar apoyo, por delante del  único pivote, Aurélien Tchouaméni. Vinícius representó una amenaza central constante  en la primera parte, con Rodrygo merodeando y escorándose hacia nuevos espacios, atacando desde ambas bandas. Valverde y Dani Carvajal intercambiaron roles ocasionalmente, con Bellingham ejerciendo su influencia en el carril interior izquierdo.

Cerrar el acceso por dentro

Sin el balón, el 4-4-2 (abajo) del Real Madrid funcionó de forma similar al del Bayern, dejando a Rodrygo y Vinícius arriba en la primera línea defensiva. Bellingham y Valverde ocuparon los roles de centrocampistas exteriores, en la vigilancia de todos los movimientos de los laterales del Bayern, al igual que de los intercambios de posiciones o las carreras hacia adelante, incluso si eso significaba trabajar por delante de sus propios laterales. Como la segunda línea del Real Madrid defendía tan estrechamente, limitaba el acceso del Bayern a su mediapunta, Musiala, con Antonio Rüdiger listo para saltar de la línea de fondo cuando era necesario.

Leroy Sané y Gnabry —y Davies más tarde— mantuvieron la amplitud para el Bayern, tratando de estirar la línea de fondo del Real Madrid. Kane operó entre los centrales, con Konrad Laimer, Aleksandar Pavlovic y Musiala a menudo siendo marcados, especialmente cuando Rodrygo actuaba más atrás. Los movimientos hacia dentro del lateral derecho, Joshua Kimmich, ayudaron al Bayern en su progresión (abajo). En los mejores momentos de la primera parte de los visitantes, Kimmich consiguió alejarse de Bellingham para actuar como un segundo mediapunta. Esto generó peligro sobre la portería del Real Madrid cuando Musiala arrastraba su marca, abriendo el acceso a la línea delantera. Sin embargo, la calidad del último pase del Bayern fue un problema para el equipo alemán en la primera mitad. 

Modificaciones en la segunda parte

Sané se desplazó más hacia dentro desde la derecha, actuando como segundo medipunta con Musiala. Kimmich avanzó entonces, manteniendo más la amplitud. El repliegue de Musiala ayudó a enlazar el doble pivote y la línea defensiva con los compañeros más adelantados (abajo). Noussair Mazraoui, por su parte, rara vez presionaba hacia adelante desde el lateral izquierdo, lo que permitía a Davies mantenerse en el  1 contra 1 en espacios más amplios contra Carvajal. Esto dio sus frutos cuando el Bayern se adelantó en el marcador gracias a un magnífico disparo de Davies, tras hacer un recorte por dentro ante Carvajal. Al igual que en la primera parte, el Bayern tuvo ocasiones para llevar verdadero peligro, pero les faltó la calidad en el último pase que necesitaban imperiosamente para sentenciar la eliminatoria ante el Real Madrid.

El Real Madrid también realizó modificaciones en la segunda parte, cuando Vinícius pasó a la banda izquierda. El plan de juego de Ancelotti quedó claro: llevar el balón a la banda izquierda y permitir a Vinícius conducir, regatear y correr hacia la línea de fondo del Bayern (abajo). En algunos momentos, el extremo brasileño se mostró intratable, superando a sus rivales, realizando intentos y decantando la balanza a favor del Madrid. Superó a Kimmich, pero también aprovechó los momentos en los que el internacional alemán se había adelantado, poniéndose en un 1 contra 1 contra De Ligt.

Ancelotti ganó en los cambios

El Real Madrid apoyó a Vinícius, añadiendo combinaciones a su juego en el último tercio. Aunque en ocasiones esto le ayudó a avanzar, las conexiones cercanas también obstaculizaron su progreso, atrayendo a jugadores del Bayern que a veces eliminaban los espacios que necesitaba para conducir. Al carecer el Real Madrid de un delantero centro, los centrales del Bayern podían ser muy agresivos en su posicionamiento y salir a la ayuda a banda a Kimmich (abajo). Las recuperaciones de Sané hacia atrás también ayudaron a dar apoyo, junto al jugador del doble pivote más cercano del Bayern, con los locales echando en falta un punto central y focal en ataque.

Tuchel intentó cerrar el partido con una defensa de cinco, con la entrada de Kim Min-jae por Sané a los 76 minutos. Davies o Mazraoui retrasaron su posición para seguir las carreras de Carvajal o Mendy. Esto permitió a Kimmich y Kim proteger los pasillos interiores contra Vinícius y Brahim Díaz, a quien Ancelotti dio entrada en el minuto 81 por Rodrygo. Al mismo tiempo, Joselu sustituyó a Valverde, y su presencia dio al Real Madrid una referencia arriba alrededor de los centrales del Bayern, a pesar de la presencia de un jugador extra en la línea de fondo del conjunto germano.

Contra el bloque defensivo 5-3-1-1 del Bayern, otro suplente del Madrid —Luka Modric— condujo el juego, llevando el balón hacia la línea de ataque con velocidad y acierto (abajo). Y, al más puro estilo del Real Madrid, el equipo de Ancelotti marcó dos goles en los últimos minutos, obras de Joselu, que completaron otra asombrosa remontada europea.

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