CHAMPIONS LEAGUE 2023/24, PARTIDO DE VUELTA CUARTOS DE FINAL 16 DE ABRIL 2024
Raphinha (12)
Dembélé (40)
Vitinha (54)
Mbappé (61, pen; 89')
Dicen los entrenadores que la Champions League es una competición de detalles. Es lo que pasó en el partido de vuelta de los cuartos de final entre el Barcelona y PSG, con la expulsión de Ronald Araújo en el minuto 29. Hasta entonces, el equipo de Xavi Hernández dominaba la eliminatoria con dos goles de ventaja sobre su rival, después del tanto de Raphinha en el minuto 12.
Sin embargo, la diferencia numérica con la expulsión de Araújo resultó decisiva a favor del PSG, que fue remontando el partido y la eliminatoria con un juego cada vez más vertical. Solo con el 1-3 de Kylian Mbappé en el minuto 61, los de Luis Enrique dejaron de atacar tanto los espacios del rival, para defender más los suyos. Eso, sin embargo, dio algo de aire al Barcelona, que asomó con peligro por la portería de Gianluigi Donnarumma, aunque sin una acción definitiva. Sí la firmó Mbappé en los últimos instantes para sellar el 1-4 definitivo (6-4 en el global), después de una rápida transición encabezada por Achraf Hakimi.
El PSG se medirá en semifinales al Borussia Dortmund, equipo que también remontó su eliminatoria, en este caso ante el Atlético de Madrid con el 4-2 en el partido de vuelta (5-3 en el global).
Análisis de los entrenadores
"Contrariados, enrrabietados porque pienso que la jugada marca la eliminatoria. Once contra once estábamos bien y ordenados. Es demasiado la roja para esa jugada", señaló Xavi, quien basó todo su análisis en la expulsión de Araújo.
Luis Enrique también señaló como clave la expulsión del central azulgrana, pero también el trabajo de sus jugadores ante el Barcelona. "He visto a un equipo muy maduro y entero, con muchas ganas de darle la vuelta. Hemos hecho un partido muy completo de principio a final. Nuestro equipo ha dado un paso adelante de madurez".
En el global de la eliminatoria, el técnico del PSG ganó su particular duelo en los banquillos a Xavi. Nuestros analizan los principales detalles tácticos que llevaron al triunfo y pase de los de Luis Enrique ante el Barcelona.
Novedades
Ambos entrenadores introdujeron cambios respecto al partido de ida. En el Barcelona, Xavi Hernández dispuso a su equipo en un 4-3-3, con la novedad de Pedri junto a Frenkie de Jong e Ilkay Gündogan en el mediocampo (abajo). El objetivo de esto era tener mayor control del juego con balón. Para ello, Pedri y De Jong eran los encargados de la distribución del ataque en campo propio, recibiendo a la espalda de la primera línea de presión del PSG, formada por Kylian Mbappé, Bradley Barcola y Ousmane Dembélé. Gündogan, por su parte, adelantaba su posición para recibir en campo rival, entre líneas y con total libertad.
Luis Enrique planteó un partido de ataques constantes y rápidos, organizando a su equipo también en 4-3-3 (abajo). En esta ocasión, el técnico introdujo de inicio a Barcola, Achraf Hakimi y Warren Zaire-Emery. Al margen de esos cambios en el once inicial, la principal novedad fue la posición de Mbappé como delantero centro, acompañado por Dembélé en la banda derecha y Barcola en la izquierda. Ambos extremos del PSG siempre con la máxima amplitud y profundidad en los ataques visitantes.
Salida de balón
A pesar de disponer con un mediocampo con jugadores de perfil más asociativo, el Barcelona no logró tener una buena salida de balón. Sobre todo, por el sector derecho. El PSG presionó a Cubarsí con Mbappé, para dejar de manera intencionada que la salida de balón del Barcelona fuera a través Ronald Araújo (abajo). Esto se tradujo en balones imprecisos del central uruguayo sobre los tres delanteros de su equipo, provocando constantes pérdidas de balón. En una de ellas, llegó su expulsión. Mientras tanto, en segunda línea, el PSG vigiló y presionó con más agresividad a Gündogan, Pedri y De Jong. Vitinha, Fabian Ruiz y Zaire-Emery fueron los tres centrocampistas visitantes encargados de esa misión (abajo).
El PSG sí tuvo más fluidez en la construcción de juego, encontrando líneas de pases seguras y espacios libres por el sector izquierdo, justo por donde fue más decisivo. Marquinhos, Lucas Hernández y Nuno Mendes atraían la presión de Robert Lewandowski, Gündogan y Lamine Yamal, para que Fabián Ruiz ocupara y aprovechara el espacio libre que se generaba en el salto a la presión de los extremos visitantes. Una disposición que provocó situaciones de 2x1 de los jugadores de banda izquierda del PSG frente a Koundé (abajo).
Los extremos, decisivos
Como en el partido de ida, Xavi optó por dar máximo protagonismo a Lamine Yamal y a Raphinha desde los carriles exteriores y recibiendo en situaciones de 1x1. Yamal trataba siempre de recibir en zona de creación pegado a la línea de banda, para desde ahí encarar a Nuno Mendes, ya fuera en diagonal por dentro o por fuera (así llegó el 1-0). Por el lado opuesto, Raphinha era el encargado de atacar sobre los espacios libres que generaba la última línea defensiva del PSG. Hasta que el Barcelona estuvo con 11 jugadores, los extremos azulgrana fueron los jugadores claves de su equipo en fase de ataque y zona de finalización.
La velocidad ofensiva que impuso el PSG por los carriles exteriores fue decisiva para superar la estructura defensiva que intentó construir el Barcelona alrededor de Mbappé por dentro. Barcola y Dembélé, siempre abiertos, ocupaban los espacios libres que generaban los dos laterales del Barcelona, Koundé y João Cancelo, en su afán de cerrar por dentro. El desequilibrio de los extremos del PSG en zona de finalización tras superar a sus marcadores facilitó las ocasiones de gol al extremo opuesto, como en el 1-1 de Dembélé antes del descanso.
Desequilibrios en el bloque bajo
Desde la expulsión de Araújo en el minuto 29, el dispositivo defensivo del Barcelona (Iñigo Martínez entró por Yamal) se ubicó en bloque bajo. Sin embargo, con desajustes, porque concedió demasiado espacio y tiempo a Vitinha en la frontal del área, y a Dembélé y Barcola sobre los carriles interiores (abajo).
Esos desajustes en defensa facilitaron el acierto en las acciones individuales de los jugadores del PSG en zona de finalización. Por otra parte, un ejemplo claro de esto fue el 1-2 de Vitinha, con demasiado tiempo y espacio para ejecutar el disparo desde fuera del área, después de un saque de esquina.
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