Mikel Arteta
Arsenal 2019-Presente
Cuando Mikel Arteta fue nombrado entrenador del Arsenal en diciembre de 2019, el equipo ocupaba la décima posición en la Premier League tras 17 jornadas. Los Gunners estaban a siete puntos del cuarto puesto de la tabla y ya habían encajado 27 goles. Seis años después, el panorama es muy distinto: el Arsenal lidera la Premier League con 2 puntos de ventaja sobre el segundo clasificado, el Manchester City, acumulando 28 goles a favor y solo 9 en contra.
Después de terminar subcampeón de la Premier League en las últimas tres campañas, el Arsenal de Arteta es actualmente un equipo hambriento de triunfos. La FA Cup levantada en un Wembley vacío durante la temporada 2019/20 —marcada por la pandemia— se antoja un botín escaso para el progreso sostenido que ha mostrado el equipo en los seis años del técnico español al mando. También es cierto que tuvieron la mala suerte de competir contra el Manchester City, ganador de cuatro títulos ligueros consecutivos, y ante un Liverpool capaz de arrebatarle la corona a los de Pep Guardiola en dos ocasiones.
Pero con un Liverpool experimentando un complicado arranque del curso 2025/26 y un City por momentos irregular, al Arsenal de Mikel Arteta se le ha abierto un escenario favorable para coronarse en Inglaterra al tiempo que presenta sus credenciales en la Champions League, donde también va líder en la fase liga con cinco victorias en cinco partidos.
A continuación, nuestros entrenadores expertos analizan las claves principales del Arsenal de la 2025/26.
Rice, una presencia importante en ataque para el Arsenal
Mikel Arteta mantiene el 4-3-3 y el 4-2-3-1 como sistemas principales de juego. De hecho, el Arsenal alterna ambas estructuras conforme evoluciona de la fase de inicio del ataque hasta la zona de finalización. En ese patrón Declan Rice toma posiciones más adelantadas, adoptando un rol más ofensivo entre líneas y con un papel box to box, es decir, de área a área. En la salida Rice forma en el doble pivote para después incorporarse al ataque. Probablemente por ello, sus envíos hacia el último tercio (una media de 8,05 por partido) y al área (2,2) por 90 minutos han aumentado esta temporada respecto al curso anterior (5,3 y 1,95, respectivamente).
Arteta ha logrado integrar los movimientos ofensivos de Rice con los roles de otros jugadores de ataque, incluyendo a Eberechi Eze, quien llegó en verano procedente del Crystal Palace. En sus primeros encuentros como Gunner, Eze jugó principalmente por la banda izquierda, pero con el paso de los partidos ha empezado a tener impacto como mediapunta central entre líneas.
Como Rice se despliega principalmente en el perfil izquierdo del doble pivote, junto a Martín Zubimendi, sus carreras hacia adelante se dirigen de manera natural al pasillo interior izquierdo. Desde allí, Eze tiene libertad para atacar o profundizar por el pasillo interior derecho, donde opera eficazmente con el extremo derecho, Bukayo Saka, y con el lateral Jurriën Timber cuando progresa por esa banda. Por su parte Zubimendi, quien ejerce de enlace más profundo en el juego posicional, encuentra a estos jugadores avanzados gracias a su capacidad para romper líneas con sus pases (abajo).
Leandro Trossard, en la banda izquierda, también se sincroniza bien con los avances de Rice, habilitándolo con pases inteligentes en el último tercio. Y Viktor Gyökeres es quien se beneficia del apoyo recibido en ambos flancos. Los desmarques o posicionamientos más avanzados de sus compañeros de ataque —quienes se pueden situar entre los centrales, junto a ellos o por delante de ellos— alivian parte de la presión sobre el sueco, permitiéndole aislar a un central en concreto y atacar con mayor libertad la portería rival.
Rompiendo bloques bajos
El Arsenal de Mikel Arteta se ha enfrentado con frecuencia a bloques defensivos compactos, con rivales que presionan menos arriba que en temporadas pasadas, lo que lo ha obligado a evolucionar en su modelo ofensivo. Para complementar ese ataque, los centrales Gabriel y William Saliba mantienen alta la línea defensiva, estrechando el campo. Esto les permite reaccionar con mayor inmediatez si el rival recupera el balón y busca lanzar un ataque rápido. Que los centrales estén adelantados también ayuda a Zubimendi a reciclar el balón con rapidez, moviéndolo a través del bloque bajo o alrededor de él.
Desde ahí, el Arsenal ha mostrado flexibilidad en su amplitud, con los laterales Timber y Riccardo Calafiori desdoblándose alrededor de sus respectivos extremos. Ambos aportan múltiples centros, especialmente cuando el extremo se ha desplazado previamente hacia posiciones interiores. También se han dado numerosas situaciones en las que Calafiori actúa como lateral invertido, adoptando posiciones interiores en el mediocampo, por la izquierda, tanto en la construcción más profunda como en los ataques contra un bloque bajo. Como resultado, Trossard termina centrando bastante desde la banda izquierda, con Calafiori apoyando por dentro.
La cobertura y el apoyo de Calafiori también permiten a Zubimendi hacer circular el balón con mayor fluidez, además de dar libertad a Rice para avanzar y permanecer alto entre líneas frente a un bloque bajo (abajo). Desde atrás, los pases incisivos de Zubimendi facilitan al Arsenal desarticular las líneas rivales, conectando con sus compañeros atacantes en los espacios interiores.
Las acciones a balón parado de Mikel Arteta
Al mantener una línea alta durante largos periodos frente a bloques bajos, el Arsenal genera numerosas jugadas a balón parado, puesto que los rivales se ven obligados a bloquear, disputar balones o desviar intentos de remate. Por ejemplo, en las primeras once jornadas de Premier League, la mitad de los 20 goles del Arsenal llegaron desde córneres y tiros libres. Ocho de ellos fueron anotados directamente desde córners si sumamos tanto contactos iniciales como segundas jugadas.
En sus saques de esquina más peligrosos el Arsenal genera dos situaciones específicas, ambas centradas en los desmarques centrales de Gabriel hacia el área pequeña. La primera consiste en posicionar a varios jugadores fuertes en el juego aéreo entre las coberturas zonales rivales y el portero. Si el balón cae en ese espacio, el Arsenal ya cuenta con jugadores listos para disputarlo. Mientras tanto, Gabriel irrumpe con potencia por el centro, a veces custodiado únicamente por un defensor de menor envergadura que apenas influye en la trayectoria de su carrera.
Desde ahí, otros compañeros protagonizan desmarques de apoyo a ambos lados de Gabriel, buscando incorporarse tanto por delante como por detrás, de manera que cualquier envío pueda ser atacado. Los jugadores que cierran el borde del área rival son agresivos, y normalmente el Arsenal utiliza tres futbolistas para esta función. Cuando utiliza solo dos, uno de los tres habituales se sitúa cerca del portero para desorganizar o actuar como bloqueador extra alrededor de la defensa zonal. Si utiliza cuatro, uno se incorpora desde segunda línea, generalmente hacia el segundo palo (ver ejemplo de Myles Lewis-Skelly, más abajo).
La segunda situación en las acciones a balón parado vuelve a tener a Gabriel como principal corredor por el centro, comenzando solo, con pocos compañeros a su alrededor. El resto se agrupa hacia el segundo palo, desmarcándose hacia el balón a través del área de penalti. Esto genera múltiples y simultáneas carreras hacia el lado débil de la defensa zonal, posiblemente el movimiento más difícil de rastrear o contener para cualquier defensor.
Gabriel (abajo) irrumpe por el centro con su extraordinaria capacidad para evadir bloqueadores o marcadores, mientras que quienes corren hacia el segundo palo irrumpen desde atrás en la estructura defensiva. Esto ayuda a liberar espacio para que Gabriel ataque el balón, pero también puede desordenar, incomodar o desequilibrar la defensa zonal rival. Haciendo este movimiento Gabriel llega en carrera ante defensores prácticamente estáticos, quienes además están alterados a causa de los movimientos de los demás jugadores del Arsenal. El movimiento del resto de rematadores dota al equipo de Mikel Arteta —y especialmente a Gabriel, gracias a su impresionante salto— de una plataforma sólida para atacar con fuerza los centros de lanzadores como Rice, Saka o Martin Ødegaard.
Si Gabriel no gana el primer contacto, puede generar segundas jugadas o asistencias para compañeros en posiciones de remate favorables cerca del segundo palo. Si el rival gana el primer contacto también pueden darse situaciones favorables para el Arsenal, consecuencia estas del alto nivel de presión y desorganización que los londinenses generan sobre sus oponentes.
Es posible que este hostigamiento haga que los despejes puedan carecer de altura o distancia. Si es así, los jugadores del Arsenal que acordonan el borde del área pueden ayudar a que el Arsenal protagonice la siguiente fase, algo que ha derivado en algunos goles espectaculares para los Gunners.
Recuperando en un 4-4-2
El Arsenal de Mikel Arteta de la temporada 2025/26 es un equipo que muestra solidez y determinación defensiva (solo ha encajado 10 goles en 22 partidos, es decir, menos de 0,5 por encuentro). Bajo un 4-4-2 es capaz tanto de presionar arriba como de ordenarse en bloque medio y bajo. La fluidez con la que pasa de una estrategia a otra, unida a su sobresaliente capacidad para recomponer su dibujo, ha sido clave en su solidez defensiva.
Desde el 4-4-2, el delantero centro y el mediapunta forman la primera línea de presión, con los extremos estrechándose para permitir que los mediocentros puedan dar apoyo a ambos lados. Esto asegura que el Arsenal sea compacto por dentro. Cuando el balón se desplaza a las bandas, los jugadores salen para aplicar presión, enfocándose en limitar los pases hacia adelante, pero intentando también evitar que el juego rival progrese por el centro del campo (abajo). Esto ayuda al Arsenal a temporizar la progresión rival en los momentos en que pueden abrirse espacios.
Cuando el oponente pasa el balón de un lado a otro y conecta con un pivote más retrasado, el delantero y el mediapunta del Arsenal acostumbran a demostrar una habilidad fantástica para replegar. Muchos delanteros observarían avanzar al rival, pero la línea de ataque del Arsenal realiza constantemente el balance defensivo para cerrar opciones y forzar pases hacia atrás o hacia las bandas.
Dentro del 4-4-2, eso también da tiempo a la pareja de mediocampistas para bascular. El extremo que inicialmente se encuentra cerrado por dentro puede entonces abrirse sin que el lateral rival ocupe el espacio y reciba sin presión en banda.
Cuando un extremo del Arsenal se cierra y sus laterales saltan agresivamente hacia afuera, un mediocampista central retrocede para realizar la cobertura. Si la primera línea de ataque fuerza al rival a jugar hacia atrás, esa cobertura permite al lateral recuperar su posición dentro del dibujo.
En los momentos en que los mediocentros se ven obligados a intervenir —tal vez saltando desde su estructura o su línea—, el posicionamiento adelantado y la presión de los extremos ayudan a dar cobertura y mantener sólida la protección central. Lo mismo ocurre si un central Gunner avanza para presionar: la cobertura de un lateral o de un mediocentro que retrocede proporcionará estabilidad. Destaca la consistencia y solidaridad del Arsenal en estas acciones defensivas esta temporada. El equipo ha hecho gala de un alto nivel en la defensa individual y en la cobertura entre sus jugadores.
Ya sea por el hambre que muestran en defensa, por su agresividad en las acciones a balón parado o por su insistencia al intentar romper un bloque bajo, es inevitable no percibir el deseo de esta versión del Arsenal de Mikel Arteta por conquistar los grandes títulos. Solo el tiempo dirá si lo logran o no, pero no hay duda de que es un serio candidato a ganar la Premier League y de que está entre los favoritos a la Champions League.
Puedes conocer a más entrenadores y su estilo en The Coaches' Voice Análisis/Entrenadores. También te invitamos a conocer la oferta académica de MBP Coaches' School.