
laLiga 2025/26, 26 de octubre de 2025
Mbappé (22)
Bellingham (43)
Fermín López (38)
El Real Madrid celebró efusivamente su victoria en el Clásico ante el Barcelona, y no solo por distanciarse cinco puntos de su máximo rival en LaLiga. Había varios motivos más: vencer al conjunto azulgrana tras las cuatro derrotas de la pasada temporada y firmar la primera victoria de Xabi Alonso en un partido de envergadura, después de las duras derrotas por 4-0 ante el PSG en el Mundial de Clubes de la FIFA y por 5-2 frente al Atlético de Madrid en la competición doméstica.
Por parte del Barcelona, el equipo acusó las ausencias de algunos de sus previsibles titulares (Raphinha, Robert Lewandowski, Joan García y Dani Olmo), además del discreto estado de forma de Lamine Yamal. El joven extremo, aunque estuvo participativo en la circulación del balón en el Santiago Bernabéu, no mostró la profundidad habitual.
Como ha ocurrido en los últimos Clásicos, Kylian Mbappé vio cómo le anulaban un gol por un milimétrico fuera de juego, antes de anotar el primer tanto válido del partido tras aprovechar una grieta a la espalda de la defensa azulgrana. El Real Madrid buscó combinar con velocidad y jugar al espacio durante toda la primera mitad, en la que fue claro dominador. Fermín anotó el 1-1 tras un pase de Rashford, pero el gol del andaluz fue rápidamente contrarrestado por un tanto de Jude Bellingham poco antes del descanso.
El futbolista inglés va recuperando la forma al mismo tiempo que el olfato goleador que mostró en su primera temporada en el club, favorecido ante el Barcelona por la presencia de Eduardo Camavinga en el mediocampo, quien le liberó de tareas defensivas para darle más libertad ofensiva junto a Vinícius y Mbappé.
En el segundo tiempo, ambos equipos acusaron el ritmo frenético del primer acto, y el Barcelona pasó a dominar la posesión. Sin embargo, los de Hansi Flick no transformaron ese control en ocasiones claras de gol, ni siquiera con un Lamine Yamal más activo en los metros finales. El Barcelona terminó el encuentro con los centrales como delanteros en busca del empate, una fórmula que no dio resultado ante una sólida defensa madridista en la que Éder Militão se erigió como gran pilar.
Análisis de los entrenadores
“Estoy muy contento por los chicos. Necesitaban esta sensación de ganar un partido importante”, señaló Xabi Alonso. “Lo habíamos hablado en la previa: lo relevante que era este encuentro, no solo por los tres puntos, sino por lo que podía suponer una victoria merecida”, añadió el técnico del Real Madrid.
Sancionado Hansi Flick, fue su segundo, Marcus Sorg, quien se encargó de analizar el partido ante los medios. “Nos faltó generar ocasiones y buscar más el uno contra uno”, destacó sobre el juego ofensivo, en el que Yamal estaba llamado a ser protagonista, pero no pudo serlo. “El Real Madrid defendió bien, intentaron de todo para frenarle, y hay que aceptarlo. Lamine estuvo correcto, pero la lesión que sufrió fue importante y necesita más partidos para alcanzar su mejor nivel”, explicó Sorg como motivo principal para el tibio partido del extremo azulgrana.
A continuación, nuestros entrenadores UEFA Pro analizan el primer Clásico de la temporada 2025/26.
Impacto inicial de la estructura del Real Madrid y fractura en el bloque del Barcelona
Xabi Alonso marcó territorio desde el primer minuto, partiendo con un 4-3-1-2 asimétrico, en el que Aurélien Tchouaméni se incrustaba puntualmente entre centrales para formar salida de tres, mientras Jude Bellingham se posicionaba como segundo punta en zona interior, a la espalda de Kylian Mbappé y Vinícius Júnior. Desde el principio, la presión del Real Madrid se ejecutó con una altura intensa, dirigida por Fede Valverde sobre la base azulgrana, impidiendo la recepción limpia de Frenkie de Jong y Pedri.

El plan del Real Madrid en su presión no pasaba principalmente por robar el balón, sino por condicionar el juego del Barcelona. De ese modo, cada pase del rival permitía activar una trampa en el carril interior (arriba). Eduardo Camavinga, sorprendiendo desde la derecha en el mediocampo —posición nueva para él—, atacaba el intervalo lateral-central de Alejandro Balde, obligando al lateral azulgrana a retroceder constantemente. Esa presión disuasoria permitió que el Real Madrid recuperara nueve balones en campo rival en los primeros diez minutos, generando secuencias de remate de Mbappé y Vinícius.
El Barcelona, por el contrario, no lograba activar el plan de Hansi Flick. Salió con un 4-3-3 que pretendía progresar a través de De Jong y Pedri, pero el equipo no tenía escalones sincronizados para lograrlo. Asimismo, Ferran Torres y Lamine Yamal saltaban tarde a la presión tras pérdida (abajo), permitiendo que el Real Madrid girara con facilidad hacia adelante.
En los primeros veinte minutos, el Barça acumuló un 64% de posesión, pero concedió tres llegadas claras del Real Madrid ante un Szczesny que realizó intervenciones determinantes.

El Real Madrid rompe líneas y Bellingham aparece como segundo punta
A partir del minuto veinte, el Real Madrid intensificó sus mecanismos de atracción por banda izquierda, con Vinícius liberando el carril interior para la irrupción de Bellingham. El internacional inglés empezó a desplazarse desde la mediapunta hacia la frontal del área rival, generando superioridades constantes sobre los centrales Pau Cubarsí y Eric García, quienes no podían seguirle sin desordenar la línea defensiva.
En sus ataques, el Real Madrid no atacaba un espacio, sino que lo generaba, con Bellingham marcando el ritmo ofensivo y Mbappé como principal amenaza. En el 1-0 Bellingham recibió entre líneas, encontró el espacio entre Pedri, Fermín y Marcus Rashford, y filtró un pase para Mbappé (abajo), quien ganó la espalda a Cubarsí y definió con su pierna derecha.

Durante la primera media hora de partido, el Barcelona fracasó en su bloque medio y mostró una exposición total en las transiciones (abajo). Para intentar solucionarlo, Frenkie de Jong se posicionó como interior de apoyo y Pedri bajó a la base, pero la estructura fue demasiado plana. Ferran Torres, Fermín y Marcus Rashford, por su parte, no cerraban bien las líneas de pase por el carril interior, y cada pérdida era un escenario de emergencia defensiva.

Xabi Alonso convirtió la transición en un arma para finalizar, con Bellingham como segundo delantero. Tras el 1-1 de Fermín López para el Barcelona, el 2-1 del Real Madrid, que nació de un centro pasado de Vinícius, fue el resultado de una reorganización estratégica de Xabi Alonso, con Bellingham como delantero centro para rematar en boca de gol.
Reajuste del Real Madrid y un Barça sin profundidad
Al inicio de la segunda parte, Xabi Alonso ordenó un ajuste clave. Valverde bajó unos metros su altura para ajustarse con la línea defensiva y formar un cuadrado más seguro junto a Tchouaméni, Camavinga, Güler y Bellingham, creando una estructura de cuatro centrocampistas que asfixiaba cualquier intento del Barça de girar el juego a Pedri sin perder el orden defensivo. Mbappé tuvo la oportunidad de hacer el 3-1 desde el punto de penalti, pero Szczesny volvió a brillar con una espectacular intervención.
A pesar de errar el penalti, el Real Madrid no se desordenó. Al contrario, se organizó en bloque medio con el objetivo de atraer al Barça y lanzar transiciones con espacio. Tchouaméni dominó la frontal como un ancla táctica, cortando dos contraataques consecutivos que evitaban cualquier respiro azulgrana (abajo).

Frenkie de Jong, el mejor jugador del Barcelona con balón, volvió a moverse de posición, esta vez para hacer de tercer central en salida, con Eric García —posteriormente sustituido por Ronald Araújo— y Cubarsí abiertos, intentando generar superioridad numérica. Pero el problema del Barcelona no estaba en la salida, sino en la segunda acción. Pedri, Marc Casadó (entró por Ferran) y Fermín López no pudieron sostener el ritmo de las transiciones.
En los últimos minutos, el Barça llevó a Araujo a jugar como delantero e introdujo a Casadó para sostener el centro del campo, en un equipo en el que las líneas estaban completamente partidas. También Lamine Yamal intentó recibir más al pie, pero sin movilidad a su alrededor, por lo que cada recepción se convertía en una trampa.
No obstante, la derrota del Barcelona no se dio en esos últimos minutos, sino que fue provocada por la acumulación de errores estructurales ante un Real Madrid mucho más seguro y convencido de su idea de juego.
Puedes ver los análisis tácticos de los partidos más importantes en The Coaches' Voice Análisis/Partidos. Además, te invitamos a conocer la oferta académica de MBP Coaches' School.