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Sistemas de juego: 4-2-4

The Coaches' Voice
Sistemas de juego: 4-2-4
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Redacción
The Coaches' Voice
Publicado el
noviembre 13 2024

¿Qué es la formación 4-2-4?

La formación 4-2-4 se compone de una línea defensiva de cuatro jugadores: dos centrales y dos laterales. Por delante de los defensas, se sitúa un doble pivote y, finalmente, una línea de ataque alta de cuatro futbolistas. Este sistema suele tener una primera línea agresiva, ya que los extremos o los centrocampistas de banda se posicionan y permanecen muy arriba, a ambos lados de los delanteros.

¿Cuáles son los orígenes del 4-2-4?

Se cree que el desarrollo inicial del 4-2-4 se produjo en las décadas de 1940 y 1950, a partir del trabajo del entrenador húngaro Márton Bukovki. En aquella época, Hungría estaba a la vanguardia del fútbol mundial y Bukovki adaptó el 3-2-2-3, más conocido este dibujo como la W-M (abajo), haciendo que su delantero centro se descolgara, mientras que los dos atacantes interiores avanzaban para generar una dupla de delanteros en punta.

Los medios de banda, tanto el izquierdo como el derecho, también ajustaban su posición: uno bajando a la línea de fondo para proporcionar una cobertura defensiva adicional y el otro trabajando junto al delantero centro descolgado. Los laterales izquierdo y derecho, por su parte, se abrían para completar la línea de ataque de cuatro (abajo).

Al técnico Bela Guttmann, húngaro y compañero de Bukovki, también se le atribuye un rol sustancial en la progresión hacia el 4-2-4. Entrenador de 19 clubes diferentes en 10 países, ganó 10 títulos de liga, destacándose sus dos Copas de Europa con el Benfica (1961 y 1962). Sin embargo, fue en Brasil donde Guttmann fue realmente pionero del 4-2-4, con muchos menos intercambios de posiciones y movimientos que los efectuados hasta entonces.

Durante su etapa al frente del São Paulo, Guttman contó con la ayuda de Vicente Feola en la conquista del Campeonato Paulista de 1957. Un año más tarde, Feola dirigía a  la selección de Brasil, que se proclamó campeona del mundo con un 4-2-4, con adaptaciones que volvería a utilizarse para ganar los Mundiales en 1962 y 1970. Mário Zagallo, que jugó con Brasil en los torneos de 1958 y 1962, llevó el testigo del 4-2-4 como seleccionador en el triunfo de Brasil en el Mundial de 1970.

Más recientemente, en la década de 2020, la W-M regresó con fuerza al fútbol de alto nivel, especialmente en la Premier League. Ahí, el 4-2-4 se ha utilizado a menudo principalmente en fase defensiva, con equipos situados en bloque medio y bloque alto para combatir el 3-2-2-3 de los rivales en su inicio de juego (abajo).

¿Cuáles son las responsabilidades del 4-2-4 en fase de posesión ?

Un equipo que juega con un 4-2-4 tendrá un gran número de jugadores en posiciones de ataque, a menudo emparejados directamente, es decir, en situaciones de 1x1 contra la zaga rival. Esa estructura ofrece opciones para las combinaciones ofensivas. Los dos delanteros centro deben ser capaces de complementarse mutuamente, por ejemplo, uno atacando la profundidad y el otro descolgado en posiciones más retrasadas. A su vez, ambos atacantes deben ser una amenaza de gol en zonas interiores, y también asociarse con cualquiera de los jugadores de banda, así como entre sí para superar a sus marcadores centrales.

Un 4-2-4 pone más énfasis en el 1x1 por las bandas. Precisamente los centrocampistas de banda o los extremos proporcionan la amplitud, y los delanteros fijan a los centrales rivales. Los atacantes que actúan por las bandas deben ser buenos regateadores, capaces de atraer o superar a los rivales antes de enviar centros, balones en profundidad, cambios de juego o combinar en zonas interiores. También deben ser una amenaza llegando desde segunda línea, atacando el segundo palo o en las diagonales interiores.

Mo Salah es un ejemplo perfecto de la utilización de un jugador de banda en el 4-2-4. Getty Images

En esta formación de 4-2-4, el doble pivote suele dividirse, por lo que sus integrantes deben ser centrocampistas lo suficientemente atléticos como para cubrir grandes distancias en el medio del campo. Es crucial que, entre ellos, gestionen adecuadamente sus distancias en los momentos con balón, para poder conectar. También deben poseer una gran variedad de pases, ya que jugar en corto hacia delante no siempre es una opción posible. En este sistema, la ruptura de líneas con pases en profundidad o cambios directos de juego adquiere mayor importancia para los dos pivotes.

Los laterales tienen un perfil menos ofensivo en el 4-2-4 debido a la presencia de atacantes por delante en banda. En su lugar, los laterales apoyan desde posiciones más profundas con pocas carreras por delante, derivando o conduciendo hacia dentro para ayudar al doble pivote. En caso de que los extremos mantengan la máxima amplitud, el hecho de estar más estrechos ayuda a los laterales a pasar hacia delante, antes de ofrecer una línea de pase atrás.

Los dos centrales facilitan la conexión con el centro del campo, pero con una primera línea tan agresiva también tienen oportunidad de jugar más directo hacia delante. Esto suele incluir cambios de juego hacia los extremos, o balones a la espalda de la defensa rival. Los pases centrales directos a los delanteros centro también son una opción, a partir de la cual la primera línea puede fijar a sus marcadores y conectar.

¿Cuáles son las responsabilidades del 4-2-4 en fase defensiva?

El 4-2-4 puede utilizarse con una estrategia de presión agresiva o en bloque medio (abajo). Ahí, en el bloque medio, la primera línea puede bloquear el acceso a los centrales rivales, forzando el juego del oponente por fuera. Los delanteros suelen tapar los accesos a los pivotes rivales, y los extremos están preparados para saltar cuando los adversarios progresan con el balón, normalmente presionando de fuera a dentro.

Los dos pivotes protegen por delante de la zaga. A menudo se centran en el interior y el mediapunta del equipo contrario, orientándose al jugador rival con su marcaje cuando es necesario. En caso de que el pase del rival supere la primera línea de presión, a menudo se le pide al doble pivote que participe en los duelos directos.

La línea defensiva debe permanecer lo más compacta posible durante el mayor tiempo posible, obligando al rival a jugar por fuera. Los centrales suelen ofrecer cobertura y protección gracias a la ayuda del doble pivote, pero deben mantener una línea de fondo alta para acortar distancias entre las líneas. Cuanto más lo hagan, más fácil le resultará al 4-2-4 forzar y mantener el balón lejos de los espacios centrales. Eso significa que los laterales tienen que defender a menudo en situaciones de 1x1. De ese modo, los laterales deben ser jugadores fuertes en sus duelos, cubrir los accesos por dentro y bloquear los centros.

En los momentos de pressing (abajo), el 4-2-4 aprovecha la altura de la primera línea, a menudo midiéndose en duelos individuales contra la zaga contraria. De ese modo, los dos delanteros centros presionan directamente a los centrales rivales. Uno de ellos debe estar disponible para presionar al portero y, al mismo tiempo, cortar el acceso al central al que está marcando. Los extremos presionan a los laterales, normalmente forzando  el juego hacia afuera para aprovechar la banda como defensa adicional.

En la presión alta, es importante que el extremo se cierre por dentro para detener cualquier intento de juego del rival hacia el pasillo interior opuesto, o pases filtrados. Cuando se enfrenta a un trío de centrocampistas, como puede ser el 4-3-3, este extremo realiza el balance defensivo que ayuda a marcar, seguir y defender al centrocampista más alejado del balón. Los dos pivotes del 4-2-4 pueden entonces orientarse al jugador en su marcaje. De lo contrario, uno de los zagueros —normalmente un central— se verá obligado a saltar de línea para defender en el centro del campo.

Los pivotes de un 4-2-4 pueden marcar o hacer una cobertura en zona en el centro del campo. Suelen ser los responsables del pressing a los jugadores rivales más profundos en este espacio. Si el lateral no ha saltado de forma agresiva para apoyar la presión de su extremo,  puede que sea necesaria la intervención del pivote más cercano al balón para temporizar el avance del rival saltando a zonas exteriores, mientras su compañero en el centro del campo debería entonces realizar el balance defensivo.

Al igual que los extremos, los laterales suelen presionar de fuera hacia dentro. Esto sirve para mantener el balón en un lado del campo siempre que sea posible, bloqueándolo a lo largo de la línea de banda. Cuando defienden en bloque, los laterales deben ser fuertes en el 1x1. Los centrales deben ser lo bastante ágiles y flexibles como para batirse en duelo en el centro del campo, pero también deben proporcionar una cobertura secundaria a la espalda de la presión de los laterales. De hecho, la capacidad de toda la línea defensiva para desplazarse por el campo es clave en un 4-2-4.

Ejemplos de equipos que utilizan un 4-2-4

Roberto De Zerbi en el Sassuolo, Shakhtar Donetsk, Brighton y Marsella

Los equipos de De Zerbi han utilizado a menudo un 4-2-4 a la hora de ejecutar su particular inicio de juego. El técnico italiano posiciona su doble pivote muy estrecho y cerca de sus centrales. Ahí pueden realizar pases cortos entre las diferentes jugadores. Los extremos actúan muy arriba, fijando a los laterales rivales en profundidad, mientras los dos delanteros realizan movimientos opuestos (abajo). Esto habilita un espacio para que los laterales reciban en movimiento, antes de enlazar con la línea de ataque, que se posiciona muy alta y agresiva.

Antonio Conte con Italia, Chelsea e Inter

Aunque Conte ha utilizado a menudo una zaga de tres para jugar sobre su habitual 3-5-2, en fase de posesión, sus intercambios de posiciones e ideas ofensivas han generado con frecuencia  un dibujo 4-2-4.  Conte tuvo cierto éxito con la selección de Italia y el Inter, pero volvió a un 3-4-2-1 en el Chelsea tras un mal comienzo con el 4-2-4.

En los equipos de Conte, el pivote más profundo suele caer a la línea de fondo con los tres centrales. Los dos interiores conectan entonces con la primera línea, con los laterales muy ofensivos y posicionados muy arriba del campo. Aquí, pueden trabajar junto a la pareja de delanteros centro (abajo).

El Liverpool de Arne Slot

En los primeros meses de su mandato en el Liverpool, Arne Slot ha utilizado un 4-2-4 tanto en ataque como en defensa. Sus extremos, sobre todo Mohamed Salah, se posicionan altos, abierto y con un perfil muy agresivo. De hecho, el juego directo desde la línea de fondo se ha saltado el centro del campo para ir directamente a los extremos, con un centrocampista adelantado situado alrededor del delantero centro para completar una línea de cuatro (abajo). Slot también ha animado a un jugador del doble pivote a atacar la profundidad cuando ha sido oportuno. De este modo, el Liverpool tiene una fuerte presencia ofensiva.

¿Cuáles son las ventajas de jugar con un 4-2-4?

El 4-2-4 acumula un número importante de jugadores en campo rival, como hemos dicho antes, emparejados individualmente contra la zaga rival. Sin necesidad del intercambio de posiciones, el 4-2-4 supone una amenaza inmediata en el último tercio de campo. Facilita los ataques a través del juego directo, los contraataques o mantener la posesión. Contra una defensa de cuatro, favorece múltiples 1x1; donde los extremos pueden superar a sus oponentes directos y ofrecer así una ventaja instantánea. Si los delanteros centrales dominan a sus oponentes —mediante el bloqueo para recibir, movimientos inteligentes o simplemente superándoles con el balón y la finalización—, el 4-2-4 puede proporcionar un alto rendimiento goleador.

Los cuatro delanteros también pueden ejercer un contragolpe agresivo en la zona alta del campo. Esto pone a los defensas rivales bajo presión inmediata si recuperan el balón. Con una presión organizada, la acumulación de jugadores y el posicionamiento de un 4-2-4 se puede recuperar el balón en campo contrario. A la vez que se interrumpe la salida de balón del rival. Cuando la primera línea ejerce una presión agresiva, el 4-2-4 puede resultar muy eficaz.

Otro aspecto positivo del 4-2-4 es que un pequeña variación puede crear diferentes formas, estructuras e ideas. Por ejemplo, un delantero centro descolgado permite formar un 4-2-3-1. Si este movimiento es en diagonal, entonces un pivote puede ajustarse para formar un 4-3-3 (abajo). Los extremos que se mueven hacia el balón, o que empiezan más profundos, pueden formar rápidamente un 4-4-2 más horizontal. Con esta flexibilidad, un equipo puede adaptarse rápidamente. Los jugadores pueden tener licencia para resolver problemas en mayor medida que en otras estructuras.

Dependiendo de la altura de los laterales tras recuperación, el 4-2-4 puede suponer una importante amenaza de contraataque. Especialmente, si la línea de atacante se mantiene relativamente alta. Si la defensa y el doble pivote han frenado un ataque rival, la línea atacante ya está posicionada abierta, alta y con la posibilidad de intercambiar posiciones. Todo esto es crucial para el éxito de un contraataque.

¿Cuáles son las desventajas de jugar con un 4-2-4?

El doble pivote puede verse superado numéricamente rápidamente si la línea de ataque no gestiona bien la posesión, algo que provoca que los espacios centrales queden expuestos para las transiciones del rival. Esto ocurre habitualmente si no se ha establecido el apoyo a los laterales o la correcta cobertura en el 4-2-4. Por lo tanto, puede ser más fácil contraatacar la línea defensiva de un equipo que juega con un 4-2-4.

Si los pases hacia delante de la línea de defensiva no tienen éxito, se pueden aprovechar los espacios en la segunda jugada. Sin un apoyo cercano en torno al balón, una pérdida de posesión puede ser especialmente perjudicial debido a las distancias entre jugadores.

Los movimientos en amplitud de los laterales y los extremos rivales también pueden explotar los espacios más evidentes de la estructura 4-2-4. Los equipos pueden adaptarse en los momentos con balón, con los centrocampistas ofensivos abriéndose por fuera para quedar libres de marca. Aquí, estos jugadores pueden recibir la posesión para luego volver a atacar por dentro. Esto se ha convertido en una tendencia creciente en la Premier League, ya que el 4-2-4 se ha utilizado como respuesta defensiva al 3-2-2-3 en posesión.

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